Lomas De Guamúchil, Son., Entre trascabos que se utilizan para la construcción del acueducto y distrito de riego destinado a los ocho pueblos yaquis, Obdulio Valencia, gobernador tradicional de Lomas de Guamúchil (uno de los ocho pueblos de esta etnia) fue directo ante Andrés Manuel López Obrador: “La justicia comienza a ser realidad, se cumplen sueños de nuestros antepasados. Se ha detenido la agresión y el despojo de tierras y aguas. Poco a poco se ha detenido la injusticia”.
El Presidente escuchó atento la intervención del dirigente yaqui que rubricó con un reconocimiento a su gobierno: “Por primera vez el mensaje de gobierno que encabeza es de esperanza, es de ánimo, que hace pensar que el futuro será mejor para las próximas generaciones yaquis. Como usted sabe muy bien, fueron varios siglos de abandono, discriminacion y racismo”.
Vendrían las explicaciones técnicas de los avances y del alcance de las obras en marcha que ofreció Aarón Mastache, subdirector general de Infraestructura Hidroagrícola de la Comisión Nacional del Agua, que se resumían en una cifra: la superficie de riego pasará de 23 mil hectáreas a más de 60 mil y su conclusión se estima para diciembre.
A pesar de eso, al tomar la palabra López Obrador expresó su ansiedad por el tiempo: “Me preocupa, aunque ya se ha avanzado bastante, es el sistema de riego. Este canal y los otros para regar 40 hectáreas más. No es cecina, no es carne asada, no son coyotas. Hay que meterse”.
Planteó su expectativa para concluir el acueducto, “hay que apurarnos y hay ciertas obras que necesitan tiempo, por ejemplo, este acueducto para los pueblos yaquis”. Obsesionado como está en concluir todos los trabajos prometidos, para el mandatario el tiempo no es eterno, tiene fecha de caducidad: los 19 o 20 meses que restan de su gobierno.
Emplazó a sus subalternos a que “no nos dilatemos, yo ya entrego en un año 8 meses. No quiero dejar nada inconcluso, que terminemos todo” . Esto dio pauta para fustigar a la vieja burocracia: “seguramente aunque todavía hay poquitos, debe de haber un burócrata de los de antes, de esos que dicen ‘¡No, pero cómo! Si falta este oficio, así no se puede’”.
El encuentro es en esta comunidad donde se instalará la planta potabilizadora como parte del ambicioso proyecto para dotar de agua a los pueblos yaquis. Son 170 kilómetros de tendido de la tubería y que llegue el líquido, agregó López Obrador.
En su intervención, Valencia no sólo elogió la respuesta presidencial, sino enlistó un conjunto de faltantes que para los yaquis son fundamentales: la regularización de pueblos de la comunidad de Lomas de Guamúchil, el reconocimiento de tierras a su favor, apoyo para la adquisición de ganado en las comunidades y el inicio de la construcción del hospital regional en Vicam Estación.
Durante su intervención, el mandatario no omitió la insistencia de esta etnia y ofreció que en las 30 mil hectáreas restituidas el año pasado se pueda introducir ganado antes de que concluya su mandato. “Es importante también dejar regularizada toda la tierra”, es algo de lo que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano deberá encargarse.
Rubricó su intervención al solicitar que los jóvenes yaquis se involucren en la administración del distrito de riego, “están bien formados, son profesionales”. Esto dio pauta para hablar una vez más del relevo generacional que está en ciernes para dar continuidad a los proyectos.
Poco antes, el gobernador Alfonso Durazo resaltó la importancia del Plan de Justicia Yaqui que emprendió López Obrador para reivindicar a esta etnia, al destacar que ha sido históricamente ejemplo de dignidad y resistencia frente a los embates de una errada idea de progreso que los excluyó de sus beneficios y los considero obstáculos para el desarrollo hasta el grado de su exterminio.
“Avanzamos en la consecución del Plan de Justicia Yaqui y proseguimos con el objetivo de restaurar la deuda de bienestar que desde hace décadas se tenía con la etnia y sus ocho pueblos. Esta serie de acciones que en su momento emprendió para darle justicia a la nación yaqui luego de gangas décadas, siglos, de persecución y abandono. Con las obras que emprende retomamos el camino que nunca debimos haber abandonado, de justicia, bienestar, de dignidad”.