Pobladores del municipio de Teloloapan, ubicado en la zona norte, denunciaron que durante el operativo conjunto realizado el pasado 11 de febrero, elementos de las corporaciones de seguridad estatales y federales, les robaron más de un millón de pesos, alhajas, herramientas y diversos artículos más. Además, narraron los momentos de terror que vivieron la madrugada del sábado.

Pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la gobernadora del partido Morena, Evelyn Salgado Pineda: “que nos volteen a ver, que vengan y los investiguen (a los policías); que vean qué clase de gente tienen, que llegan cacheteando y golpeando a la gente; no se vale que ese día nos detuvieron como a 30 personas, nos esposaron y nos pusieron contra la pared”.

Aurelia Román Salgado, una mujer de la tercera edad, dijo: “yo estaba con mi nieta de dos años, nos llevamos un susto, mi niña estaba allá arriba (en una recámara), su mamá se había ido a trabajar”.

Cuando de pronto oí los gritos de esa gente (los policías), estaba rodeada y empezaron a descolgar camisas, huaraches, tenis, zapatos, las bolsas y gorros de mi hijo, que falleció el 3 de abril; eran como las cinco y media, estábamos durmiendo, les decía que no podía abrir las puertas, pero le dieron cuatro fregadazos y abrieron”.

Les pedí la orden (de cateo), voltearon los sillones de la casa, se llevaron la cámara de grabar, aquí no hallaron armas. Y les dije -señalando una foto de su hijo- ese es el jefe y me decían ese es El Meño, el apodo de su hijo. Eran tres policías estatales y de la Guardia Nacional, que a fuerza querían al hombre que estaba allá arriba. Yo les decía: aquí no hay hombre, el que había ya va a tener un año de muerto, lo mataron en Cuernavaca (Morelos), cuando estaba vendiendo chile guajillo”, contó doña Aurelia.

La mujer continúa: “Y empezaron a sacar las cosas de mi hijo, sus gorras, su ropa, mariconeras; dinero no había, estaba con mi nieta que se espantó de ver a toda esa gente armada apuntándome, mi hija se había ido a trabajar a Ixcapuzalco (municipio vecino) a las cinco de la mañana”.

Otra ama de casa, que pidió el anonimato, recordó que estaba con sus hijos y su esposo “mi esposo se paró como a las cinco y media, tenía calentura, empezamos a escuchar voces, salí a la puerta por unas hojas para un té, y llegaron como 100 o 150 policías, primero eran solo estatales; le decían a mi esposo que dónde estaban las armas y como está barbón le decían que era malandro”.

Luego empezaron a romper las ventanas mi esposo les abrió y yo les decía que no dispararan; al abrir la puerta le pusieron las esposas, lo golpearon, lo sacaron, y le pusieron una bolsa, y mis hijos lo vieron, así lo tuvieron varios minutos; eso sí, a mí no me golpearon, pero se dieron tiempo para llevarse las cosas del taller (mecánico)”.

Describió que se robaron: “una computadora, máquinas para pulir carros, las llaves de los autos que estaban, taladros de pilas, accesorios, estéreos y más o menos desvalijaron seis autos. Ahorita mi esposo está en recuperación, le golpearon la cabeza, las costillas y nos cobraron seis mil pesos; y se llevaron una cartera con 20 mil pesos, que habíamos cobrado de una tanda, también se llevaron sus cadenas de plata, y cosas de mi hija, porque también catearon su mochila”.

Por su parte, Daniel Rodríguez Acosta, que vive con su familia en la colonia 12 de mayo detalló: “estaba durmiendo con mi esposa, llegaron en nueve camionetas, y rompieron las cámaras, aventaron los portones; a mis hijos los tenían hincados, ya habían cateado todo, pedían las armas; se llevaron los teléfonos de mis hijos de 16 y 17 años, sus computadoras”.

Golpearon a mi esposa y a mis hijos que no tienen nada que ver; les pedí la orden de cateo, y no dejaban de mentarnos la madre; yo tenía un millón de pesos que estaba guardando de unas máquinas que había vendido y de unos depósitos, tengo los videos de los que entraron, pues se robaron hasta la ropa, tenis, ventiladores y se comieron hasta la fruta”.

Llevo más de 20 años como miembro del sindicato de transportistas de la CTM, de la sección 292, que dirige Benigno Salgado Román, con sede en Acapulco.

Denunció que el operativo estuvo encabezado por el Grupo Jaguar, de la Secretaría de Seguridad Pública, con Irvin de Jesús Jiménez Sánchez, Subsecretario de Acción Policial a la cabeza “pero los que se llevaron el dinero fueron los policías ministeriales, dependientes de la Fiscalía General del Estado, ellos se llevaron el maletín con mi dieron, y todo eso se ve en los videos; el operativo inició como a las 6:40 de la mañana, y regresaron antes de las 11 de la mañana, a romper otras cámaras de video”.

Comentó que pertenece a la Policía Comunitaria Tecampanera (PCT) y es mentira lo que dijo el Secretario de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso, “en el sentido de que el comunitario Alejandro Ramírez Sánchez haya muerto de cirrosis eso es falso, ese muchacho es compañero; hay evidencias de cómo lo sacan los del (Grupo) Jaguar, y cómo lo suben a su camioneta, después lo vuelven a bajar, y se les cae; pedía agua y se les dijo que se estaba muriendo, y ellos (los agentes) dijeron: pues que se muera de una vez”.

También a “Renato que no tiene nada que ver, lo golpearon y le quitaron 46 mil pesos, de su venta del agua; todo se llevaron, le saquearon su casa y nomas porque le encontraron una escopeta, pero estaba registrada”.

Desde el pasado 11 de febrero, los puestos de revisión de la PCT ubicados desde el poblado de Ahuehuepan, municipio de Iguala, los de Teloloapan y hasta el crucero del vecino municipio de Ixcapuzalco, fueron desmantelados, y en su lugar se encuentran efectivos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional.