Aunque el gobierno de Estados Unidos habilitó en enero pasado la plataforma digital CBP One para que migrantes que necesitan pedir asilo puedan tramitar una cita previa para presentar su solicitud, con el fin de evitar que crucen de manera ilegal la frontera, esta aplicación no ha logrado su objetivo y está provocando que las personas permanezcan más tiempo en entidades fronterizas de México, viviendo en albergues saturados y en condiciones precarias, coincidieron organizaciones.
Alejandra Corona, coordinadora de la oficina local del Servicio Jesuita a Refugiados en Ciudad Juárez, Chihuahua, y Molly Goss, gestora de casos de familias trasnacionales del Instituto para las Mujeres en la Migración, explicaron que las citas que se dan a través de la aplicación son limitadas y están saturadas, por lo que las personas pueden tardar hasta 15 días en encontrar una fecha con espacios disponibles.
Corona aseveró que a pesar de que en el discurso oficial se enfatiza que este tipo de programas apoyan a tener una migración ordenada, segura y regular, en realidad “lo que está haciendo es retrasar el ingreso, coartando la posibilidad de recibir información clara” y las personas “siguen ingresando de manera irregular” a territorio estadunidense.
En entrevista, expuso que la aplicación CBP One puede ser utilizada por migrantes de todas las nacionalidades, y es una herramienta de excepción al Título 42, política de salud pública que impide que las personas se presenten en la frontera y soliciten asilo. Sin embargo, dijo, tiene diversas complicaciones, entre ellas que algunas partes del formulario que contiene están en inglés, lo que es una barrera para quienes no hablan el idioma.
Asimismo, para su uso se requiere de un teléfono celular inteligente, con acceso a Internet. Además, agregó, en algunos casos, por error, genera las citas en puertos de entrada que no corresponden al lugar donde fueron solicitadas. “Nos ha pasado que hay gente que estaba en Tamaulipas y que les pedía entrar por Ciudad Juárez”, ejemplificó.
Goss, en entrevista por separado, señaló que particularmente para las familias grandes resulta complicado utilizar la aplicación, lo que podría derivar en su separación.
Indicó que además del CBP One también está disponible el programa parole para venezolanos, nicaragüenses, haitianos y cubanos, pero “privilegia a las personas que tienen contactos en Estados Unidos que son residentes o que tienen un estatus legal, y está limitado a quienes no han intentado ingresar al país de forma irregular”, entre otras medidas.
Respecto a las condiciones en que se encuentran los migrantes en la frontera norte del país, Corona manifestó que el hecho de que estas personas permanezcan en albergues saturados genera “mayor detrimento en la salud mental”, por el hacinamiento y la falta de una estancia “con dignidad”.