La resistencia a los antimicrobianos ya se ubica entre las 10 mayores amenazas mundiales para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2019 al menos 1.2 millones de muertes en el mundo se asociaron de forma directa a infecciones por patógenos resistentes a los fármacos y otros 4.9 millones de muertes tuvieron alguna asociación con la resistencia a los antibióticos.
En el informe Preparándose para los supermicrobios: fortalecimiento de las medidas ambientales relativas a la respuesta a la resistencia a los antimicrobianos mediante el enfoque ‘Una sola salud’, elaborado por el Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (PNUMA) y la OMS, alerta que para 2050, la resistencia a los antimicrobianos podrían generar 10 millones de muertes directas, es decir, generaría el mismo número de fallecimientos que ocasionó el cáncer a escala mundial durante 2020.
Los principales hallazgos del estudio, señalan que “si los antimicrobianos pierden su eficacia, la medicina moderna estaría en peligro de no poder tratar siquiera las infecciones leves”, por lo cual lanzó un llamado a los Estados miembro para “reducir la contaminación, especialmente la generada por los sectores farmacéutico, sanitario y agrícola”.
El reporte destaca que los sectores farmacéutico, agrícola y sanitario son los principales motores del desarrollo y la propagación de los antimicrobianos en el medio ambiente, junto con los contaminantes procedentes de sistemas deficientes de saneamiento, alcantarillado y residuos municipales.
Recordó que los antimicrobianos (antibióticos, antivirales, antifúngicos y antiparasitarios) suelen ser medicamentos ampliamente utilizados para prevenir y tratar infecciones, tanto en seres humanos como en otros seres vivos asociados a las actividades de acuicultura, ganadería y producción agrícola.
El PNUMA también solicitó aplicar mejores medidas para reducir la aparición, transmisión y propagación de “superbacterias” (cepas de bacterias que se han hecho resistentes a todos los antibióticos conocidos) y otros casos de antimicrobianos, que ya generan graves efectos en la salud humana, animal y vegetal.
La resistencia de los microbios, “afecta de manera desproporcionada a los habitantes de naciones de renta baja y media y contribuye a casi 5 millones de muertes al año”, por lo cual sus efectos se agudizan en las poblaciones con mayores carencias.