En el Senado avanzó ayer la ratificación del cineasta Alejandro Bichir Batres como embajador de México en Panamá, luego de que su designación por el Ejecutivo fue avalada prácticamente por unanimidad en comisiones, pues sólo hubo una abstención. Se espera que el nombramiento pase la próxima semana al pleno de la Cámara.
El también director de teatro presentó ante senadores su programa de trabajo, en el que destacó el objetivo de fortalecer la relación bilateral, vigilar el cumplimiento de los acuerdos firmados, aumentar el intercambio comercial y económico, y coordinar acciones que garanticen la atención eficiente y oportuna de la comunidad mexicana en Panamá.
También manifestó su interés en que los servicios consulares se presten con respeto a los derechos humanos y perspectiva de género. Además de promover que la migración se realice de manera ordenada y segura, agregó que fomentará la presencia cultural de México en el país centroamericano para consolidarlo como referente en la región.
Alejandro Bichir estuvo acompañado en el Senado por su hijo Demián, quien en entrevista resaltó la visión progresista de su padre y su militancia “rumbo a esta revolución pacífica que finalmente pudo ver”.
Honestidad total
El actor resaltó que trabajando en Bellas Artes o en la alcaldía Coyoacán, su progenitor manejó presupuestos millonarios y nunca se quedó con un centavo que no fuera de él.
“No muchos pueden presumir de ello. Al igual que Andrés Manuel no tiene nada. No tiene propiedades. Por más que les escarben, no hay nada. A mucha gente le asombra y le insulta sobremanera que haya gente honorable… que no se rompa ni se venda”, apuntó.
Demián Bichir dijo que se tiene que cambiar poco a poco. “Creo que se sembró ya la semilla y lógicamente es un proyecto que no puede realizarse ni terminarse en seis años”.
Durante la reunión, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Héctor Vasconcelos, justifico la designación de embajadores que no forman parte del Servicio Exterior Mexicano al recordar que en la mayor parte de los países del mundo hay una vieja tradición de nombrar representantes que no son diplomáticos profesionales. En el caso de México se encuentran figuras legendarias como Isidro Fabela, Amado Nervo, Federico Gamboa, Alfonso Reyes, Rosario Castellanos, Sergio Pitol, Carlos Fuentes y Rodolfo Usigli.