El Nobel de Literatura 2017, Kazuo Ishiguro (Nagasaki, 1954), es también un destacado integrante del cine mundial y este año es favorito para llevarse el premio Óscar a mejor guion adaptado, por su trabajo en la película Vivir (Living), dirigida por el sudafricano Oliver Hermanus.
Para este filme, el novelista y cinéfilo británico de origen japonés rescribió el filme clásico Ikiru, del reconocido Akira Kurosawa, e incluyó en la producción reciente parte de sus vivencias y conocimiento sobre la sociedad inglesa de la segunda mitad del siglo XX.
La cinta, que el 23 de febrero será estrenada en México, también aspira al galardón de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas estadunidense en la categoría de mejor actor por la interpretación del británico Bill Nighy como el señor Williams.
Kazuo Ishiguro ha realizado guiones para producciones de televisión como The Gourmet (1987) y para cine como La condesa rusa (dirigida por James Ivory, en 2005). Además, sus novelas Lo que queda del día y Nunca me abandones han sido adaptadas con éxito en largometrajes.
Inspirado en novela de Tolstói
El libreto de la película Ikiru (1952) se inspiró en la novela corta La muerte de Iván Ilich, del escritor ruso León Tolstói, que narra la historia de un empleado que se entera de que va a morir pronto, especie de metáfora sobre cómo los asuntos personales son borrados por la exigencia de la posición social. El protagonista establece una conexión con su criado, Gerasim, quien le ayuda a lograr un renacimiento moral a partir de la terrible noticia.
En Vivir, Ishiguro narra la vida del señor Williams, en una actualización de la historia de la obra maestra de Kurosawa. Aunque ambas películas están ambientadas en la década de 1950, la primera se ubicó en Tokio, mientras Ishiguro situó la suya en Londres, adonde el reconocido narrador llegó desde niño.
En la reciente producción, Williams es diagnosticado con un mal terminal que lo lleva a plantearse que no había sabido disfrutar la vida y decide abandonar el trabajo y vivir una noche de juerga y vagar por Londres. El Gerasim de Tolstói es encarnado en la versión del Nobel britano-japonés por una joven, interpretada por la actriz Aimee Lou Wood.
El protagonista se inclina entonces por dedicarse a lograr un objetivo antes de morir, algo que va en contra de la dinámica burocrática de conformismo que había adoptado hasta entonces.
A partir de una cena
El sitio web italiano Mymovies consignó que el origen de la película es una cena entre el escritor Kazuo Ishiguro y el productor Stephen Woolley, a quienes se unió el actor Bill Nighy (Emma, Yo, Frankenstein y Minamata). Días después el narrador llamó a Wolley para proponerle la nueva versión de Ikiru.
Ishiguro recordó que vio el clásico largometraje “por primera vez cuando era niño en la televisión británica y tuvo un gran impacto en mí, no sólo por mis orígenes japoneses, sino también porque, sin darme cuenta, influyó profundamente en mi vida por la fuerza del mensaje que transmitía”.
Según la publicación, en la rescritura, el narrador incluyó sus recuerdos de estudiante en el Londres de los años 60, cuando en el tren observaba a los hombres adultos vestidos igual que iban a trabajar a la capital cada mañana, lo que le sirvió de inspiración para la escena inicial de la película. También recurrió a su pasión por la cultura británica de antes y después de la guerra.
En 2017, Kazuo Ishiguro, en su discurso de recepción del Nobel de Literatura, explicó: “He estado enfatizando lo minúsculo y lo privado, porque en esencia es de esto de lo que trata mi trabajo (…) Las ficciones pueden entretener, en ocasiones enseñar o polemizar sobre algún tema pero, para mí, lo esencial es que transmiten sentimientos, que apelan a lo que compartimos como seres humanos por encima de fronteras y separaciones”.
Añadió que “hay un montón de industrias cargadas de glamur alrededor de las ficciones: la del libro, del cine, de la televisión y del teatro. Pero al final, las ficciones versan sobre una persona que le dice a otra: así lo siento yo. ¿Entiendes lo que digo? ¿Tú también lo sientes así?”
Ishiguro comentó que la película es una metáfora de la vida moderna y una advertencia sobre el desapego de muchas personas hacia sus trabajos en la actualidad. “Ni siquiera sabes cómo se conecta con un tipo al final del pasillo de tu oficina”, señaló a Afp.
La entrega de los premios de la edición 95 de los Óscar se realizará el 12 de marzo.