Como parte de su jornada de lucha, que se inició el lunes pasado, integrantes del Movimiento por la Verdad y la Justicia de Familiares de Personas Desaparecidas de la Guerra Sucia en el estado de Guerrero acudieron a la Secretaría de Gobernación para demandar una reunión con el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas.

“Queremos respuestas sobre las medidas de apoyo para la alimentación y que nos digan dónde están nuestros familiares” y que se les repare el daño con “ayudas económicas” que consideren las afectaciones que han sufrido desde que desaparecieron sus seres queridos.

“Estas son nuestras demandas prioritarias en este momento; estamos pidiendo que se nos den los apoyos desde que sucedió el hecho victimizante, porque desde ese instante se empezó a sufrir”, expuso Luis de la Cruz, quien busca a su suegro, Antonio Onofre Barrientos, desaparecido en 1972. Igualmente llamó a las autoridades a que los atiendan: “Queremos que nos digan la verdad sobre lo que pasó con nuestros desaparecidos”.

Entre los manifestantes estuvo María Merced, hija de Jesús Fierro Valadez, quien desapareció el primero de octubre de 1974 en El Rincón de las Parotas, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero.

“A mi papá lo sacaron de la casa. Fue el Ejército. Yo tenía nueve años de edad. Reunieron a todos, los amarraron y los subieron a un carro”, recordó.

Indicó que la lucha por dar con su padre la iniciaron sus tíos, pero ellos ya fallecieron.“Estos años han sido tristes porque no nos dan solución. Nosotros queremos saber qué fue de nuestros familiares y también necesitamos el apoyo económico”.

En un comunicado, el colectivo, que un día antes se manifestó en la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, exigió a la Secretaría de la Defensa Nacional que entregue a la Comisión Nacional de Búsqueda los planos del predio donde se encontraba el cuartel militar de Atoyac de Álvarez y que “abra todos los archivos” sobre la guerra sucia.