Ciudad de México. El draft colegial es el principal abastecedor de la Liga de Futbol Americano Profesional (LFA). El reclutamiento en México proviene de las universidades que participan en la Onefa y la Conadeip.
Es prácticamente una de las pocas oportunidades que tienen los estudiantes de dar el salto al profesionalismo, con salarios que promedian los 5 mil pesos por partido.
El campeonato cuenta con 10 equipos. En total se juegan 50 partidos en 10 semanas de temporada regular y califican seis. Si añadimos el encuentro por el campeonato (Tazón México) y las rondas previas de playoffs, la suma se incrementa a 55 duelos en tres meses. Es decir, un plantel tiene la posibilidad de encarar hasta 13 partidos por campaña, lo que da una media mensual de 20 mil pesos por jugador, sin contabilizar los bonos extras.
En ese sentido, la LFA, sin la maquinaria comercial que sí tiene el futbol soccer, utiliza un tabulador salarial para equilibrar la competencia.
“Lo usamos para que se garantice que todos los equipos tengan la misma oportunidad de contratar y que no haya una inflación en la parte salarial. A diferencia de otros deportes profesionales, donde la ley de oferta y demanda es la que determina los salarios, acá lo tenemos controlado todavía”, manifestó ayer el comisionado de la LFA, Alejandro Jaimes Trujillo, en conferencia de prensa que se transmitió por Facebook.
En pleno desarrollo
Trujillo reconoció que el torneo aún se encuentra en pleno desarrollo, pero “los grandes proyectos nacen de grandes sueños. Y eso que visualizábamos desde 2016, cada vez va tomando más forma”.
El circuito sólo permite 12 extranjeros y seis en cancha, ya que “la idea es privilegiar el talento nacional”, añadió el directivo, quien visualiza que para 2026 el campeonato esté conformado por 14 planteles.
La LFA no sólo toma el prototipo deportivo de la NFL, también lo hace en su manera de administrar el negocio. La incorporación de socios, en donde todos son dueños de un porcentaje de la liga, es parte de la estrategia que han seguido desde su fundación en 2016.
“El modelo contempla la no venta de franquicias, sino una invitación a asociarse. Esto quiere decir que todos los equipos participantes son dueños en un porcentaje de la liga. Eso hace que todos estén interesados en que nos vaya bien. Es un prototipo como el que manejan la MLS o la NFL”, explicó Trujillo.
“Todos los equipos son dueños de todos. Tienen un porcentaje mayoritario y un porcentaje equivalente al número de plantillas que hay. De esa manera se interesan por el crecimiento”, agregó.
El torneo comienza el 4 de marzo y culmina el 10 de junio con el Tazón México, que se disputará en el Estadio Olímpico Universitario, en Chihuahua, y en el que se contará, en similitud al Supertazón, con un show en el medio tiempo.