La minería en aguas profundas, que comenzaría en julio en el océano Pacífico, entre México y Hawái, sería un “riesgo significativo para los ecosistemas oceánicos”, con impactos “duraderos e irreversibles”, incluidos efectos sobre especies en peligro de extinción, como las ballenas azules, advirtieron expertos de la Universidad de Exeter de Reino Unido y los laboratorios de investigación de Greenpeace.
Un reporte que evalúa la coincidencia entre el hábitat de cetáceos (ballenas, delfines y marsopas) y los sitios considerados para esta clase de explotación, en particular en el océano Pacífico, determinó que se necesita una investigación urgente para evaluar las amenazas a estos mamíferos, particularmente por la contaminación acústica de las operaciones mineras que se proyectan.
La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés), organismo intergubernamental encargado de regular la minería, se reunirá en marzo y julio en Kingston, Jamaica. En la ronda de negociaciones de noviembre pasado, Nueva Zelanda, Francia y Chile se opusieron a la presión comercial para permitir que la actividad en aguas profundas comience en 2023 y pidieron una moratoria preventiva.
En un comunicado, Greenpeace informó que aunque no se han dado permisos para explotar comercialmente las aguas internacionales, las empresas presionan para obtener luz verde y comenzar sus operaciones extractivas en julio. “Si se otorga el permiso, se espera que maquinaria gigante (que pesa más que una ballena azul) funcione las 24 horas del día, produciendo sonidos a diferentes profundidades que podrían superponerse con las frecuencias que usan los cetáceos para comunicarse”, indicó.
La zona Clarion-Clipperton, entre México y Hawái, donde hay 17 contratos de exploración minera, es hábitat para al menos 25 especies de cetáceos, incluidos delfines y cachalotes, y es la parte de mayor interés para las empresas mineras que buscan extraer metales y minerales del fondo marino.
La compañía minera The Metals Company, subsidiaria de Nauru Ocean Resources Incorporated, obtuvo de ISA permiso para realizar exploración minera, que consiste en un pilotaje de colecta de nódulos polimetálicos, es decir, rocas que contienen metales en esa región del océano Pacífico.