Para el Ejército de Liberación Nacional (ELN) es imperioso que en Colombia se ponga fin al antiguo régimen oligárquico que, aun con un gobierno progresista, persiste en el país y busca la persecución y exterminio de los opositores.
“Si no se cambia ese régimen no puede haber fin al conflicto armado”, enfatizó el comandante Pablo Beltrán, jefe de la misión del grupo rebelde colombiano para el segundo ciclo de conversaciones para la paz, que ayer comenzó en la Ciudad de México.
En entrevista, indicó que el ELN trabajará en las negociaciones para alcanzar los dos objetivos establecidos: acordar transformaciones que solucionen las causas estructurales del conflicto y ponerle fin al enfrentamiento armado.
Este grupo guerrillero nació el 4 de julio de 1964 como parte de una insurgencia que se rebeló tras el asesinato en 1948 del líder liberal socialista Jorge Eliécer Gaitán, magnicidio con el que se impidió que llegara a la Presidencia de la República.
“En Colombia llevamos 75 años de conflicto armado. El régimen que se instaló fue de unos conspiradores de los partidos Liberal y Conservador junto con la CIA, que tenía un año cuando mataron a Gaitán, o sea, la CIA era una bebé asesina. De esa época para acá esos conspiradores estuvieron en el poder y siguen sosteniendo a ese régimen. La llegada del actual gobierno es un hito histórico, pues es la primera vez que llega una administración no oligárquica a la Presidencia de Colombia desde que murió Bolívar”.
Beltrán resaltó la necesidad de impulsar en el proceso la participación de la sociedad, en particular de los más vulnerables: comunidades indígenas, afrodescendientes, desplazados y víctimas.
El comandante ve en el gobierno de Petro la voluntad para alcanzar acuerdos, pero insistió en la erradicación del antiguo régimen.
“Coincidimos en que tiene la paz como un propósito de gobierno (...) El actual gobierno progresista está en deuda para cumplir con ese mandato de cambio del estallido social (de 2021); y nosotros también nos hacemos participes y responsables de ejecutar esos cambios.”
Antes, el canciller Marcelo Ebrard inauguró las conversaciones y destacó: “Es una fecha histórica hacia la reconciliación y la paz en Colombia (…) Que México haya asumido el papel de país garante y sea sede de este segundo ciclo del diálogo confirma que tenemos una política exterior pacifista y de compromiso por la paz”.