La suspensión definitiva que otorgó un juez la semana pasada con relación al tramo 5 del Tren Maya, “no afecta en nada. Seguimos trabajando”, sostuvo ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador. En tanto, la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, afirmó que pese a las resistencias hay un amplio consenso social a favor del ferrocarril en todos los sectores, desde autoridades mayas, líderes sociales, hasta hoteleros e inversionistas.
Durante su conferencia de prensa matutina, el jefe del Ejecutivo ponderó que gracias a este tipo de proyectos, ahora incluso “está escaseando” la mano de obra en el sureste del país y “todos los parques industriales que se construyeron el año pasado se ocuparon, está llegando mucha inversión extranjera y hay afortunadamente oportunidades de empleo”.
Reiteró que en el “periodo neoliberal el crecimiento sólo se dio en algunas regiones, a tal grado que la mayoría de los municipios de México perdió población porque sólo había empleo en las ciudades fronterizas, en las costas y en algunas ciudades del centro del país”. En el caso del sureste sólo se registró en Cancún y no abarcó siquiera todo Quintana Roo, por lo que ahora se busca un desarrollo horizontal.
“¿Qué pasó el año pasado? ¿Cuáles fueron los dos estados del país que más crecieron? Tabasco y Quintana Roo, como 12 por ciento. En el caso del empleo, lo mismo.”
Momentos antes, Lezama coincidió con él y expuso que la inversión histórica que representa el Tren Maya es “reflejo de una visión humanista y distributiva”, que junto con el aeropuerto en Tulum permitirá un nuevo modelo turístico sustentable que tendrá como objetivo el bienestar social.
Este año “vamos a recibir casi 21 millones de turistas, tenemos y hemos roto todos los récords y este año los vamos a romper”; sin embargo, casi todos permanecen en Cancún o se distribuyen hacia la Riviera Maya y sólo una pequeña parte visita otros lugares del estado.
Por eso, insistió en que “hay una convicción de que no podemos considerar un éxito, una industria turística millonaria cuando está rodeada de pobreza y precariedad salarial, y que por tanto no puede haber progreso sin justicia. Con el tren vamos a hacer justicia, vamos a acortar las brechas de desigualdad”.
Recalcó que el objetivo es sustituir este modelo económico y social, que consideró agotado, por otro que genere equilibrio entre el cuidado del medio ambiente, el crecimiento económico y el desarrollo social con beneficio para las comunidades.