Jerusalén. Decenas de miles de israelíes con banderas y cornetas corearon ayer “¡Democracia!” y “¡No a la dictadura!” durante una protesta ante la sede del Parlamento mientras el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu ponía en marcha un controvertido plan para reformar el sistema legal del país que dará a los políticos mayores facultades para nombrar a jueces
La protesta más grande ocurrió ante la sede del Parlamento (Knéset), donde el líder opositor laborista, Yair Lapid, aseguró ante los manifestantes: “¡Oyen nuestros gritos. Oyen la fuerte voz de la verdad!”.
En el recinto, legisladores de oposición subieron al estrado en rechazo a contra la legislación sobre nombramientos judiciales antes de la votación en el comité encargado del tema, pese a lo cual, la moción se aprobó por nueve votos a favor y siete en contra.
Se desconoce cuándo el gobierno fijará la primera votación en el Parlamento, ya que se requieren tres votaciones en la plenaria antes de que un proyecto se convierta en ley.
Netanyahu defiende la reforma con el argumento de que la judicatura tiene demasiado poder, pero sus críticos afirman que la medida destruirá la democracia israelí, y agregan que el premier, quien tiene pendiente un juicio de corrupción, tiene un conflicto de interés enorme.
Los manifestantes llegaron de varias partes del país, y según los organizadores reunieron a 100 mil personas.
En Ginebra, tres relatores especiales de la Organización de Naciones Unidas (ONU) pidieron ayer que la comunidad internacional actúe para detener la demolición “sistemática y deliberada” de viviendas palestinas por parte de Israel, política que califican de “domicidio”.
Sólo en enero, las autoridades israelíes demolieron 132 estructuras palestinas en 38 comunidades de Cisjordania reocupada, incluidas 34 residencias, alertaron los expertos independientes en un comunicado, mandatados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, pero que no se expresan su nombre.
Afirmaron que en enero, las demoliciones de hogares aumentaron de manera drástica respecto de igual mes de 2022.
“La destrucción sistemática de viviendas palestinas, la construcción de asentamientos israelíes ilegales y el rechazo permanente a conceder permisos de construcción a los palestinos en Cisjordania ocupada es un ‘domicidio’”, dijeron.
En 2022, el relator especial del derecho a la vivienda, Balakrishnan Rajagopal, pidió que el término fuera reconocido como un delito bajo el derecho internacional.
El “domicidio” se define como la destrucción masiva y arbitraria de viviendas civiles durante un conflicto violento.
En su comunicado de ayer, los expertos apuntan a que los “ataques directos contra las casas, escuelas, hogares y fuentes de agua del pueblo palestino no son más que intentos de Israel de cercenar el derecho de los palestinos a la autodeterminación y una amenaza a su existencia”.
Un palestino murió ayer por disparos durante una redada de soldados israelíes en la Cisjordania reocupada, informaron paramédicos palestinos. Además, un “joven civil” resultó levemente herido ayer en un “ataque con cuchillo de carácter terrorista” perpetrado por un palestino de 14 años en Jerusalén Este, informó la policía israelí.