Lo más notable de la visita de Lula a Washington la semana pasada es que sabía quiénes son sus amigos reales en Estados Unidos, esas figuras y fuerzas políticas que son aliados naturales porque comparten la misma ilusión de justicia social y económica para una democratización del hemisferio.
En su visita a la Casa Blanca Lula enfatizó que ambos países comparten una experiencia reciente de lucha contra un proyecto neofascista (que bien sabe de la importancia de los vínculos internacionales) que literalmente intentó promover golpes de Estado poselectorales en ambos países. Todos entendían que Bolsonaro y Trump no sólo son parecidos, sino aliados. En sus comentarios en la reunión con Biden, Lula recordó que ambas democracias están enfrentando desafíos políticos y sociales muy parecidos –desde la derecha antidemocrática al racismo, la desigualdad y el cambio climático– y hasta felicitó a Biden por su reciente informe a la nación, el cual, dijo, podría haber dado igual en Brasil. (https://www.jornada.com.mx/2023/02/11/ mundo/018n1mun).
Pero fue lo que ocurrió antes de la visita a la Casa Blanca que tal vez era igual de importante que la reunión bilateral entre los mandatarios. Lula y su equipo decidieron que la visita a Washington tenía que incluir a progresistas de este país. Seguro saben que Biden nunca ha sido un político progresista y que muchas de sus iniciativas en torno a defensa de derechos laborales y ambientales como las de bienestar social elogiadas por Lula fueron primero promovidas por las fuerzas políticas y sociales progresistas de este país, y que el presidente las adoptó por puro pragmatismo: la derrota del proyecto neofascista de Trump y el triunfo electoral de Biden se deben en gran medida a esas fuerzas.
Por ello, antes de ir a la Casa Blanca, Lula se reunió con el senador socialista democrático Bernie Sanders, y, por separado, con la diputada Alexandra Ocasio-Cortez, la estrella de una nueva generación de demócratas sociales, con Pramila Jayapal, presidenta del caucus progresista del Congreso –la cual incluye unos 100 legisladores, una cuarta parte de la cámara baja– y el diputado Ro Khanna, otra figura política progresista con perfil nacional, entre otros.
“Un placer darle la bienvenida a Lula en Washington. Discutimos la importancia de defender la democracia, promover los derechos de los trabajadores e incrementar la cooperación ambiental y de clima en el mundo”, tuiteó Sanders con la foto de su encuentro.
También hizo tiempo para reunirse con la dirigencia de la central obrera nacional AFL-CIO y con la gran líder socialista del sindicato de sobrecargos Sara Nelson.
Jayapal expresó que la elección de Lula “dio esperanza a movimientos democráticos y progresistas del mundo”, incluido Estados Unidos, en sintonía con los mensajes de sus colegas.
En las relaciones con Washington aquellos que buscan un cambio progresista en el hemisferio saben que hay que proceder cuidadosamente y con pragmatismo. Pero también se tiene que saber cuáles son los verdaderos aliados y amigos con quienes construir la solidaridad internacionalista tan necesaria para enfrentar ese monstruo trasnacional neoliberal que antes llevaba el nombre del “consenso de Washington”.
Ese viejo concepto del internacionalismo –como lo sabían entre tantos más Miranda, Bolívar, Martí, los Flores Magón y el Che– sigue siendo esencial hoy día para crear ese otro mundo posible, o por lo menos otro hemisferio, y que esa solidaridad esencial no se detiene en el río Bravo, sino que incorpora a los aliados en esa misma lucha en Estados Unidos. De hecho, tal vez el país más necesitado de esa solidaridad en el hemisferio hoy día es Estados Unidos.
El viernes fue aniversario del natalicio de Bertolt Brecht (10 de febrero de 1898); algunas citas:
“No me gusta hacia donde voy y no me gusta donde he estado. ¿Por qué tengo prisa?
“Si luchas podrías perder; si no lo haces, ya perdiste”.
“Hay aquellos que luchan un día y son buenos. Hay aquellos que luchan un año y son mejores. Hay aquellos que luchan muchos años y son aún mejores. Pero hay aquellos que luchan toda su vida: éstos son los indispensables”.