Hace 13 años, cuando Mariana Lima Buendía fue víctima de feminicidio en Chimalhuacán, estado de México, en promedio era asesinada una mujer al día en el país, pero actualmente son 10, lo que muestra que la violencia de género “se agrava y ha aumentado considerablemente”, manifestaron la Clínica Jurídica Minerva Calderón y el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría SJ, de la Universidad Iberoamericana (Ibero) en Puebla.
En un amicus curiae que presentaron ante el juzgado penal de primera instancia del distrito judicial de Nezahualcóyotl, que lleva el proceso contra el asesino de Mariana, señalaron que según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre 2015 y 2022 se cometieron 6 mil 387 presuntos feminicidios y 20 mil 229 homicidios dolosos de mujeres, y hubo 503 mil 644 víctimas de lesiones dolosas.
Resolución de la SCJN
Por este caso –que sigue impune aunque el agresor ya está preso, pero no ha recibido sentencia definitiva–, la Suprema Corte de la Justicia de la Nación resolvió en 2015 que “toda muerte violenta de mujeres debe ser investigada como feminicidio, y las investigaciones realizadas con perspectiva de género”.
El feminicida señaló que Mariana se suicidó al haberse “colgado de una argolla” en su casa el 28 de junio de 2010. Sin embargo, un día antes ella advirtió a su madre, Irinea Buendía, de la violencia que vivía con su esposo, por lo que terminaría la relación.
Violencia sistemática
La clínica jurídica y el instituto de la Ibero indicaron que la dimensión estructural del contexto en que se inscribe el feminicidio de Mariana implica analizar el caso “en el marco de un patrón sistemático de violencia de género y discriminación hacia las mujeres en México, que trasciende el ámbito privado, manifestándose en el institucional”.
Reflejo de lo anterior, subrayaron, “fueron los diversos obstáculos a los que se enfrentó la señora Irinea Buendía en el acceso a la justicia y que permearon negativamente la debida diligencia en la conducción de la investigación”.