Acapulco, Gro., Defensores del medio ambiente consideraron que la clausura que hizo la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) a los trabajos de relleno con arena que realizaba Casas Ara en la laguna de Tres Palos, ubicada en la zona rural de este puerto, es una medida endeble que no refleja el interés de la autoridad por salvaguardar el cuerpo de agua, además de que no cuantifica el posible daño ambiental perpetrado.
Ramiro Gómez Pardillo, presidente de la asociación Protección Ecológica Subacuática, consideró que la Profepa y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) “debieron interponer una demanda penal ante la Fiscalía General de la República, para que ésta asistiera y diera fe de la afectación que le han causado a la laguna”.
En entrevista, puntualizó que el cuerpo de agua “no es propiedad de Casas Ara, ni de ningún desarrollador, constructor, ejido o comunidad, es propiedad de la nación”, por lo que tanto la Profepa como la Conagua debieron “sustentar jurídicamente” el perjuicio provocado y actuar conforme a derecho.
Gómez Pardillo explicó que para un ciudadano es más complicado hacer una denuncia en este caso, pues “como ambientalistas tendríamos que llevar un notario que diera fe del daño” al entorno natural.
Sin embargo, sostuvo, “el problema para la sociedad civil es que el acceso a la zona del delito no nos es permitido por los desarrolladores, estaríamos invadiendo una propiedad privada y quedaríamos sujetos a una demanda penal”.
Un grupo de activistas dierona conocer el documento mediante el cual la Profepa notificó la colocación de sellos de clausura en el sitio referido, luego de que ciudadanos inconformes se quejaron el lunes pasado porque la laguna estaba siendo rellenada con arena por parte de Casas Ara para construir un puente en las inmediaciones del conjunto Puerta al Sol, en el ejido Plan de los Amates.
El escrito presentado por la dependencia manifiesta que “el vertimiento de material terrígeno sobre la zona de la laguna alcanza 0.70 metros de profundidad, rebasando el espejo de agua de ésta”, con una longitud de 148 metros y un ancho de siete metros, donde se observaron huellas recientes de maquinaria.
Alrededor, refiere, existe vegetación típica de un humedal, como lo son tulares, zarzas, nenúfares, así como patos buzo, garza común y gallinitas de agua; se especifica que no se observó arbolado de manglar.