La subida en la tasa de referencia por parte del Banco de México (BdeM) aminora el espacio para que los consumidores adquieran un nuevo crédito y no queden sobre endeudados. Sin embargo, los hipotecarios o los automotores son los financiamientos que desde hace algunos meses ya han descontado el incremento de los intereses, afirman especialistas del sector financiero.
En el otro caso, préstamos como los de nómina, personales o incluso las tarjetas de crédito ahora serán más caros para los consumidores, debido a que su tasa es variable y está sujeta a los cambios que haga el banco central, comentaron.
El 9 de febrero el Banco de México dio a conocer la primera decisión de política monetaria del año, en la que aumentó la tasa de referencia en medio punto porcentual, con lo que pasó de 10.5 a 11 por ciento.
Se trata de la tasa más alta desde que el banco central utiliza la política monetaria como una medida para contener la inflación, indicador que al cierre de enero se colocó en 7.91 por ciento, según dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
James Salazar, subdirector de análisis de CIBanco, mencionó que todavía es buen momento para adquirir un préstamo bancario según las necesidades del cliente, ya que aquellos que son destinados a la adquisición de bienes de consumo duradero han sorteado las altas tasas de interés.
“¿Aún es buen momento para pedir un crédito hipotecario o un préstamo automotor? Sí, pero quizá no es un buen momento para solicitar un crédito personal o uno de nómina, incluso usar las tarjetas de crédito, entonces depende de lo que piense el deudor”, mencionó el directivo.
Precisó que en meses recientes “varios de estos instrumentos ya han descontado el aumento de tasas, pero es muy probable que la expectativa que se tenía hace unas semanas se quede corta sobre como quedará la tasa ante la decisión del banco central.
“Es buen momento para algunos créditos, pero se está cerrando la oportunidad, porque comparado con el año pasado ha subido el costo financiero y más ahora que pensábamos que apenas nos estábamos recuperando de lo que ocurrió el año pasado”, apuntó Salazar.
La Asociación de Bancos de México (ABM) dijo hace unas semanas que las instituciones de crédito han hecho un esfuerzo para que las tasas de interés de los nuevos préstamos no crezcan por encima del aumento en la tasa de referencia del banco central.
Así, la tasa promedio de una tarjeta de crédito se ubica en un nivel de 37.27 por ciento; la de los préstamos personales en 47 por ciento y la de los financiamientos de nómina en 27.69 por ciento.
Por su parte, en el segmento de los préstamos para autos la tasa promedia 14.27 por ciento y la de los hipotecarios 9.84 por ciento.
Si bien, la medida del banco central tomó por sorpresa a los analistas, que esperaban un incremento de un cuarto de punto porcentual, no se descarta que el BdeM haga más aumentos aunque en menor medida, hecho que podría provocar que los nuevos créditos al consumo tengan tasas más altas.