Jerusalén. Decenas de miles de israelíes salieron a la calle el sábado para participar en la quinta semana de protestas contra los planes de reforma judicial del nuevo gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, que, según los críticos, amenazan el control democrático de los ministros por parte de los tribunales.
Los planes, que según el gobierno son necesarios para frenar las extralimitaciones de los jueces, han enfrentado una feroz oposición por parte de grupos como los abogados, y han suscitado preocupación entre los líderes empresariales, ampliando las ya profundas divisiones políticas de la sociedad israelí.
"Estamos aquí para manifestarnos contra el gobierno de Israel de Netanyahu, que en nuestra opinión está en contra de la democracia y va a hacer todo lo que pueda para acabar con la democracia en Israel", dijo Illan Bendori, de 70 años, en una protesta en Tel Aviv.
Netanyahu ha desestimado las protestas como un rechazo de los opositores de izquierda a aceptar los resultados de las elecciones del pasado noviembre, que dieron lugar a uno de los gobiernos más derechistas de la historia de Israel.
"Estamos (…) muy orgullosos de nuestra democracia y él quiere hacer de Israel otra cosa. No estaremos de acuerdo, haremos todo lo que esté en nuestras manos para impedirlo", declaró a Reuters Hadar Weis, de 61 años, durante la protesta en Tel Aviv.
Los manifestantes afirman que la democracia israelí se vería socavada si el gobierno logra sacar adelante los planes, que reforzarían el control político sobre los nombramientos judiciales y limitarían los poderes de la Corte Suprema para anular decisiones gubernamentales o leyes de la Knesset.
Se han convocado nuevas protestas y huelgas parciales para el lunes, cuando está prevista la primera lectura de las propuestas en el Parlamento.
La cadena de noticias israelí N12 publicó el sábado un sondeo en el que se revelaba que el 62 por cierto de los israelíes desean que los planes judiciales propuestos se suspendan o se detengan por completo.