Con una preferencia electoral de más de 20 puntos sobre sus contrincantes, Delfina Gómez Álvarez, precandidata única de Morena al gobierno del estado de México, pide a los militantes de su partido y aliados actuar con mesura: “Que no se confíen” y redoblen esfuerzos para aumentar esa ventaja para ganar la gubernatura el próximo 4 de junio.
Espera que el gobernador Alfredo del Mazo “no participe” y, en cambio, permita que el proceso electoral fluya “de manera ordenada, pacífica y sobre todo en bien de los mexiquenses”.
Sugiere los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena resolver el proceso como se hizo en el estado de México: en unidad, para salir fortalecidos. “Más allá de un interés personal o propio debemos pensar en un proyecto de nación, y es la gran oportunidad de trabajar en equipo, en hermandad como militantes y simpatizantes”.
Afortunadamente, dice la ex secretaria de Educación Pública, “Morena tiene cartas y son buenas. Del otro lado, no. Y es una oportunidad que debemos aprovechar y convertir en positivo. ¡Vayan hacia la unidad, a pensar en un proyecto!”
A la información que atribuye irregularidades en universidades estatales durante su gestión en la SEP, responde: “mi fortaleza es la honestidad. Puedo salir de mi casa y saludar a todo mundo, porque no he tenido ni un señalamiento de comprar algo producto de un mal manejo o una mala acción.
“Ni la SEP ni yo somos responsables de la utilización y comprobación que de los recursos asignados (a las universidades estatales) a través de un convenio”.
El tema, añade, está en la etapa de solventación ante la Auditoría Superior de la Federación “y las autoridades locales e instituciones que no comprueben, tendrán que asumir la responsabilidad. Yo ni tuve el dinero ni lo gasté ni hice uso de él”.
La maestra Gómez Álvarez resalta el momento político que repre-senta para ella esta elección –la segunda en que contiende para la gubernatura mexiquense– y, “si es que hay la posibilidad”, aplicar en la entidad programas similares a los que desarrolló en Texcoco como presidenta municipal, a partir de las necesidades y sugerencias que la propia ciudadanía le hace llegar “incluso en papelitos doblados”.
Con “una buena administración, manejo de recursos y una austeridad bien entendida, sin llegar al extremo, se pueden hacer muchas cosas”, asegura. En Texcoco, recuerda, se otorgó a los estudiantes apoyo económico para su traslado a las escuelas; se fortalecieron las bandas de viento y hoy algunos de sus integrantes forman parte de la Banda de Marina y de otras agrupaciones a nivel internacional. “Cada año tenemos el Festival de la Montaña y logré invitar artistas de renombre como Óscar Chávez y Tania Libertad; ellos cantaban y los niños tocaban”.
Resalta, asimismo, el fomento a la lectura de la mano de Paco Ignacio Taibo II, actual director del Fondo de Cultura Económica; la compra de terrenos, sin incrementar la deuda del municipio, para construir deportivos, un teatro al aire libre y un Faro. Narra que cada semana se convocaba a un jueves ciudadano con la participación de todo el gabinete para resolver problemas de los vecinos. Se redujeron salarios, “no compramos camionetas, y todos los funcionarios, que antes iban a restaurantes y la factura era para el ayuntamiento, tenían que ir a comer a sus casas”.
A sus 60 años, Gómez Álvarez asegura que aún extraña ser maestra de primaria y el “apapacho” de sus alumnos de primer grado en San Pablito Calmimilolco, Chiconcuac, donde los chicos le convidaban “taquitos o de su torta de nata”. Tanto añora esa etapa que todavía como secretaria de Educación Pública a nivel federal impartió clases de alfabetización a seis trabajadores de limpieza de la dependencia en una oficina paralela a su despacho.
–¿Quién es Delfina Gómez? –se le pregunta.
–Soy texcocana, apasionada de la enseñanza, quizá porque a mi abuela le gustaba enseñar a la gente del barrio, en San Pedro, donde nací. Mi padre, que fue albañil, y mi madre, una ama de casa, tuvieron seis hijos, tres fallecieron, un poco por la pobreza, porque a veces no se tenía para pagar un médico.
Afortunadamente mis padres lograron sacar a tres profesionistas y nos dejaron muchos valores.
“Mi hermana y yo estudiamos en la Normal (de Texcoco). En la Ciudad de México estudié la licenciatura en educación básica en la Universidad Pedagógica Nacional, una maestría en el Centro de Estudios Superiores de Educación y otra en administración escolar, con beca, en el Tecnológico de Monterrey. Me fascina estudiar y quisiera hacer alguna carrera económica o jurídica para defender mejores causas.
“En la precampaña he tenido la oportunidad de sentir a la gente, que sí quiere un cambio, mejorar su situación. Me encanta porque en mis recorridos no sólo entregan peticiones, también hacen sugerencias y proyectos, porque tienen problemas, pero también la solución”.
–¿Qué es lo que mas le ha llamado la atención de esas peticiones?
–La necesidad de la gente de que la escuchen, de ser visibilizada. Eso muestra que falta un gobierno más sensible, más cercano, más empático con su población. A todo vamos a dar respuesta.
“La gente pide agua, mejorar el transporte, un Metro, ampliar el Mexibus, abasto de medicamentos y médicos para las comunidades más alejadas… Piden espacios adecuados en las escuelas para niños con discapacidad” y cita el ejemplo de una niña que en natación ha ganado ocho medallas a nivel internacional y no tiene apoyo ni reconocimiento.
Dice que le duele mucho “ver el sufrimiento de una madre”, cuya hija ha sido víctima de feminicidio, “la desesperación con que lo cuentan. Eso también hay que atenderlo, en lo jurídico y lo social”.
Los policías le piden capacitación y equipamiento.
En otro tema, considera relevante el cuidado de los bosques y la protección de los animales, porque –cuenta– hay gente que se enfrenta a la disyuntiva de comer o alimentar a las mascotas y las echan a la calle.
Gómez Álvarez atribuye la ventaja electoral que arrojan las encuestas “al proceso de descalificación en mi contra porque (los priístas) sí están temerosos de que pueden perder el poder que han detentado casi 100 años. Saben que voy retequebien: ocho de cada 10 mexiquenses ya quieren un cambio… En las reuniones que tengo con militantes y simpatizantes hay una emoción muy especial”.
Asegura que cada vez hay más personas que quieren sumarse. “Cuando voy caminando, me dicen: ‘maestra, en lo que quiera la apoyamos’ y todos los días me llegan entre 400 y 500 mensajes por WhatsApp; hay compañeros que hasta me dicen: ‘Delfis, estamos aquí porque queremos ser parte de este proyecto’”.
La precandidata sostiene que la sociedad en este proceso electoral “está muy echada para adelante. Hemos tenido más de 230 mil asistentes en tres semanas (de precampaña) y llegan con todo el amor, con ilusión y esperanza”.
Resalta que el PVEM y el PT han dejado a un lado intereses personales para sumarse a su proyecto y hay incluso priístas que “me coquetean, pero no se atreven a acercarse”.
–¿No se deja seducir fácilmente?
–No, soy una persona de principios. Ellos, de momento, no saben cómo llegarme.