El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Santiago Creel Miranda (PAN), fue perdonado por Morena y sus aliados, que se desistieron de iniciar un proceso de destitución en su contra, por no informar que había negociado la presencia de militares armados en el recinto parlamentario para la ceremonia de inicio del periodo de sesiones, el primero de febrero.
El morenista Ignacio Mier, presidente de la Junta de Coordinación Política –instancia a la que Creel fue llamado ayer para dar una explicación–, y el panista celebraron el cierre del episodio con un “abrazo de Acatempan legislativo” y entre puyazos.
“Lo voy a ayudar a su posicionamiento. No se me vaya a enojar Claudio”, le soltó Mier. “O Claudia”, le dijo Creel por lo bajito.
En conferencia de prensa conjunta, Mier Velazco dijo que, tras la justificación de Creel, la Junta de Coordinación Política optó por privilegiar la unidad de la Cámara, bajo la premisa del respeto a las diferencias, a los puntos de vista de cada bancada y garantizar que no se limite el derecho de los diputados a tomar la palabra.
Además, se ratificó la coordinación entre la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política, así como “dar supremacía total a la práctica parlamentaria, sin alejarnos del marco jurídico que regula la vida interna y la organización” en el recinto legislativo de San Lázaro. Y, sobre todo, agregó Mier, privilegiar la política como instrumento para dirimir posibles desencuentros en la práctica cotidiana de la tarea legislativa y la construcción de consensos.
“A esto le llamo un abrazo de Acatempan legislativo”, dijo Creel enseguida. Para el panista, en el devenir del Congreso hay diferencias y desencuentros, pero consideró afortunado que se lograra “un buen entendimiento”.
Informó que, para evitar nuevos conflictos, la Mesa Directiva y la Junta convinieron un protocolo de actuación para ceremonias oficiales, que permita conciliar el orden parlamentario y el militar.
Para ello se realizarán consultas con la Secretaría de la Defensa Nacional, indicó. Tras la declaración, Creel y Mier se acercaron y se dieron un abrazo para la foto.