De la mano del incremento de los precios de los servicios (vivienda, educación y cafeterías), alimentos procesados y productos agrícolas, principalmente, la inflación en México repuntó en enero.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que la inflación anual fue de 7.91 por ciento, la mayor para un primer mes de año desde 2001 (8.11 por ciento), y un repunte de 0.68 por ciento mensual. La previsión de analistas era un avance de 0.66 por ciento.
Destacó el alza de los servicios, que pasó de 5.19 por ciento anual en diciembre a 5.51 por ciento en enero; así como “otros servicios” –loncherías, fondas, taquerías, restaurantes y similares–, que registraron un aumento de 7.53 por ciento, mayor al 7.07 por ciento anual del mes previo, mientras los productos agropecuarios subieron 15.32 por ciento, con el repunte del huevo, 26.90 por ciento, y las frutas, verduras y legumbres, que se encarecieron 10.17 por ciento anual, mayor al 7.22 por ciento anual en diciembre.
La inflación general anual aumentó por segundo mes consecutivo al pasar de 7.82 por ciento en diciembre a 7.91, que recrudece la cuesta de enero, pero se mantiene lejos de su máximo de septiembre (8.70 por ciento).
“Las presiones sobre los precios subyacentes –donde no se incluyen los precios más volátiles, como verduras y combustibles– permanecen elevadas y generalizadas, con todos sus subcomponentes registrando aumentos mensuales por arriba de sus promedios históricos para enero. Por tanto, seguimos preocupados por la inercia de la inflación subyacente, así como posibles presiones adicionales de los precios internacionales de las mercancías, y ahora vemos un mayor riesgo de presiones provenientes de la demanda interna”, destacó Iván Arias, analista económico de Citibanamex.
En enero, la inflación subyacente, que determina la trayectoria de la inflación general a mediano y largo plazos, fue de 0.71 por ciento mensual y se ubicó por encima del 0.68 por ciento estimado por el mercado. Fue la mayor para un primer mes desde 2014. En su comparación anual se aceleró de 8.35 por ciento anual en diciembre a 8.45 por ciento anual en enero, la mayor para un enero desde 2000 (13.17 por ciento).
Inquietud de analistas
“Es importante seguir las próximas tres lecturas quincenales de la inflación para saber si el repunte de los servicios fue únicamente un ajuste de principios de año o algo más preocupante, pues este componente mostró lecturas superiores a las esperadas en sus tres subcategorías: vivienda, educación y otros servicios”, dijo Rafael de la Fuente, economista en jefe para América Latina de UBS. Lo anterior plantea si las presiones más generales sobre los precios, tales como los salarios, están empezando a repercutir en artículos que se encontraban más aislados de los choques externos y que dependen más de la demanda interna”, explicó.
La inflación anual de la canasta de consumo mínimo, la cual está integrada por un subconjunto de 176 productos y servicios del INPC, disminuyó de 8.54 a 8.51 por ciento de diciembre a enero. Con ello, permanece relativamente estable durante los últimos tres meses.