Cuarenta años antes de que Jacques Cousteau comenzara en 1968 a exhibir en la televisión su famosa serie sobre el mundo submarino, un joven francés de 26 años metió su cámara bajo el agua para grabar el primer documental sobre los caballitos de mar y acercar la vida del planeta azul a la población. Ese video cambió en el mundo la forma de ver la biodiversidad que existía en el océano, y Jean Painlevé (1902-1989) se convirtió en el pionero del cine científico y de técnicas cinematográficas. A la vez, supo combinar la parte científica con el entretenimiento y la educación.
A pesar de que realizó cerca de 200 documentales destinados a trasladar el mundo subacuático a la pantalla y de que inventó dispositivos especiales para realizar sus filmaciones bajo el agua, no está en la lista de los grandes directores del cine. Además, su trabajo fue visto con desdén por la comunidad científica de su tiempo. Mas con el paso de los años adquirió toda su importancia y hoy se reconoce su labor a escala mundial.
En cambio fue extraordinaria la respuesta que tuvo entre el público parisino, la crítica y prestigiosos directores, como Sergei Eisenstein, Jean Vigo y Luis Buñuel. Igualmente elogiadas, las miles de fotografías que tomó sobre la vida que albergan el océano y las áreas costeras, que se distinguen por su originalidad y riqueza plástica. En 2018, una parte de ese tesoro se exhibió con gran éxito en Londres. Varios museos, entre ellos el Pompidou, el de Arte Moderno de París y el MoMA de Nueva York, poseen decenas de ellas.
No sólo incursionó en el cine, sino también en los periódicos y revistas más prestigiosas de Europa, y como conferencista de fama internacional. A sus estudios y pasión por el mundo animal sumó la amistad con jóvenes intelectuales y artistas adscritos a las corrientes vanguardistas en boga. Entre ellos, Jacques-Andrér Boiffard, Pierre Prévert, Éli Lotar, Alexander Calder, Fernand Leger e Ivan Gol. Este último jugó un papel fundamental para que Painlevé publicara la revista Surrealismo, expresión disidente del movimiento que encabezaba André Breton.
Para fortuna, los documentales y filmes que realizó Painlevé fueron conservados y sometidos a procesos de restauración de gran calidad. Copia de ellos pueden solicitarse para exhibirse fuera de Francia. Sería muy importante proyectar en México los documentales que realizó el pionero del cine científico y tecnológico.