Madrid. El premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa ingresó ayer a la Academia Francesa y recibió la denominación de “inmortal” que tienen los académicos de esta institución. Pronunció un discurso en el que recordó la importancia de la “libertad” para la literatura.
En una ceremonia de más de una hora de duración, Vargas Llosa centró su intervención en recordar a algunos de los autores franceses que han influido su obra, como Gustave Flaubert.
“Flaubert fue y será siempre mi maestro”, señaló el también académico de la Real Academia Española.
“Al aprender francés, aspiraba a ser un escritor francés”, indicó el escritor peruano, quien también aludió a la importancia en su producción de la novela Madame Bovary, primera adquisición que hizo al llegar a París a finales de los años 50, como recogen varios medios franceses.
En la ceremonia estuvieron presentes el rey emérito de España Juan Carlos I, la infanta Cristina, invitados por Vargas Llosa. El autor de Conversación en La Catedral también se refirió al conflicto en Ucrania para criticar al presidente ruso, Vladimir Putin.
“La literatura necesita libertad para existir; cuando ésta no existe recurre a la clandestinidad para hacerla posible”, apuntó después de hacer alusión a sus comien-zos en la escritura y a su apren-dizaje en francés.
“Cuando era niño, la cultura francesa era soberana en toda América Latina, siendo considerada más original por los artistas e intelectuales. La gente frívola también la adoró cuando vio en ella la consagración de sus sueños, ese viaje a París que, desde un punto de vista artístico, literario y sensual, era la capital del mundo”, aseveró.
Al acabar el discurso, el también miembro de la Academia Francesa y promotor del ingreso de Vargas Llosa, Daniel Rondeau, afirmó que la novela La ciudad y los perros lo influyó tanto que viajó a Lima para conocer la ciudad de la que hablaba la obra.