El Paso. Un hombre de Texas que enfrenta cargos federales se declaró culpable de matar a 23 personas en un ataque racista perpetrado en 2019 en un Walmart de El Paso, modificando su declaración semanas después de que la fiscalía federal indicó que no buscaría la pena de muerte por los delitos de odio y violación a las leyes de armas de fuego.
De todas formas, Patrick Crusius aún enfrenta una posible sentencia a pena de muerte si es declarado culpable de un cargo estatal por los asesinatos.
Se declaró inocente en el caso estatal, pero sus abogados informaron el mes pasado que se declararía culpable de los cargos federales.
Crusius, de 24 años, se entregó a la policía después de la matanza: “yo soy quien disparó”, dijo, y confesó que el ataque iba dirigido a los mexicanos, según documentos judiciales. Los fiscales han dicho que condujo más de 10 horas desde su ciudad natal, cerca de Dallas, hasta la ciudad fronteriza, de mayoría latina, y publicó un documento en Internet poco antes del tiroteo en el cual decía que su ataque era “en respuesta a la invasión hispana de Texas”.
Sus declaraciones hicieron eco de la retórica antimigratoria de la política estadunidense y de diatribas racistas de otros autores de tiroteos masivos en Estados Unidos y en el extranjero.
Más de tres años después de la balacera, los republicanos siguen hablando de una “invasión” en la frontera entre Estados Unidos y México, lo cual ha hecho enfurecer a demócratas y a grupos defensores de los migrantes.
Desde actos de campaña hasta audiencias en el Congreso, cada vez más los republicanos afirman que los cruces de indocumentados son una invasión que atenta contra la seguridad pública y abruma a las comunidades fronterizas. Los críticos consideran que dichas declaraciones equivalen a una peligrosa retórica antimigrante, luego de los sucesos de El Paso y otros ataques racistas.
La matanza del 3 de agosto de 2019 fue cometida durante un fin de semana ajetreado en un Walmart que es popular entre clientes de México y Estados Unidos. Además de los muertos, más de dos docenas de personas resultaron heridas y centenares más quedaron traumatizadas.
Muchos de los fallecidos y heridos eran ciudadanos de México.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, fue criticado por un material de campaña fechado el día previo al ataque en el cual exhortaba a sus simpatizantes a “defender a Texas” de los migrantes que cruzan la frontera. En ese entonces argumentó que “se cometieron errores” en la redacción del material, pero sin dar detalles ni responsabilizar a nadie.
Pero últimamente Abbott ha estado usando la palabra “invasión”, al tiempo que ha autorizado medidas más duras contra la migración, como una carta a la policía estatal y a la Guardia Nacional de Texas en noviembre, titulada “Defender a Texas contra la invasión”.
El republicano Abbott ha defendido su retórica, al señalar que invoca términos usados en la Constitución estadunidense. Sin embargo, algunos expertos aseguran que el gobernador está malinterpretando la cláusula relevante.
“Si esto no es una invasión, ¿qué es?”, preguntó Abbott al periodista de CNN Jake Tapper el mes pasado. “Piensen en el volumen de gente que está cruzando la frontera”.
La oficina de Abbott no respondió a una solicitud de comentarios el pasado martes.
El senador estatal texano Roland Gutierrez, demócrata cuyo distrito incluye el sur de Texas, advierte que esa retórica debe cesar. “Aquí no estamos en guerra”, manifestó.
America’s Voice, grupo partidario de una reforma migratoria, documentó a más de 80 políticos republicanos que durante la campaña para las elecciones legislativas del año pasado se refirieron a “conspiraciones de invasión” o “remplazo racial”.
“Creo que es algo que se ha ido colando en el lenguaje a lo largo de los años”, comentó Zachary Mueller, director político de America’s Voice.
Una base de datos de tiroteos masivos en Estados Unidos recopilada desde 2006 por la agencia de noticias Ap, el periódico USA Today y la Universidad del Noreste muestra que la cantidad de matanzas vinculadas a delitos de odio ha aumentado en años recientes. Entre 13 casos prominentes, la masacre en el Walmart de El Paso fue la más mortífera. La base de datos registra todo tiroteo masivo, definido a partir de cuatro muertos, sin incluir al atacante.
Aunque los casos federal y estatal han avanzado en paralelo, de momento no queda claro cuándo Crusius podría enfrentar un juicio por cargos estatales en Texas debido a que el caso se ha visto empañado por denuncias de errores y conducta ilegal contra la fiscalía local.