Londres. El primer ministro británico, Rishi Sunak, dijo ayer que “no descarta nada” en cuanto a la ayuda militar para Ucrania, e indicó que un eventual envío de aviones de combate es “parte de la conversación”, al reunirse en esta capital con el presidente ucranio, Volodymir Zelensky, quien lleva a cabo una segunda pasarela por Europa para exigir armamento a Occidente.
El mandatario ucranio también viajó a París, donde habló con el mandatario francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz.
Zelensky afirmó aquí que si Ucrania no tiene aviones de combate existe el riesgo de “estancamiento” en la lucha contra Moscú, informó la emisora BBC.
The Independent comentó que Zelensky fue recibido en Londres como “estrella de rock” por legisladores, lores y miembros de la prensa en Downing Street, en la sede del Parlamento, en la base militar de Dorset e incluso en el palacio de Buckingham.
Sunak aseguró que “todo está sobre la mesa” y que su gobierno se apresura a proporcionar en “semanas, no meses”, el armamento ya prometido a Ucrania, incluidos tanques Challenger. Señaló, sin embargo, que se requieren tres años de entrenamiento para pilotear un jet the combate Typhoon del ejército británico.
La embajada de Rusia en esta capital dijo que habrá una “respuesta” si Gran Bretaña envía cazas a Kiev, y que ello provocaría una escalada en el conflicto.
Zelensky partió después a París, donde Macron prometió: “Ucrania puede contar con Francia, sus socios y aliados europeos para ganar la guerra. Rusia no puede y no debe ganar”.
Scholz aseveró que Ucrania cuenta con el apoyo de Alemania “por todo el tiempo necesario”, pero horas antes, ante el Parlamento de su país, señaló que las exigencias para suministrar aviones militares y submarinos a Ucrania socavan la unidad entre los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y subrayó que su país no participará en tales debates.
Alemania cedió recientemente a la presión de Ucrania y de la comunidad internacional a entregar a Kiev tanques Leopard 2, por lo que autorizó el envío de 178 y aceptó que sean trasladados desde otras naciones, incluido Portugal, que ayer anunció que mandará tres.