El unilateralismo agresivo que históricamente caracteriza la diplomacia de fuerza de Estados Unidos (EU) ha tenido sus puntos de inflexión. Uno de ellos fue el posterior a los ataques del 11/9/01, seguido de un torrente belicista con las “guerras antiterroristas” contra siete países: Afganistán, Irak, Irán, Libia, Siria, Somalia y Sudán los que siguen sufriendo devastadores costos humanos y de infraestructura (ver el detalle watson.brown.edu). En 2017, el republicano Ron Paul presentó una enmienda que recibió el apoyo de los demócratas a la Ley de Defensa Nacional, que se encarga del presupuesto del magno gasto militar, que se aproxima o supera un poco el billón de dólares. El senador dijo en un texto oficial (JSF, La Jornada 16/07/20)
“Aquí estoy de pie oponiéndome a una guerra no autorizada, no declarada e inconstitucional… una guerra ilimitada a ser librada en cualquier momento y en cualquier espacio violando todos los principios del derecho internacional.”
La guerra económica tan devastadora como los bombardeos se instrumenta por medio de bloqueos totales (como contra Cuba y Venezuela) y sanciones unilaterales e ilegítimas que EU impone a los que considera sus adversarios saltándose las trancas de toda legislación internacional.
En estos días Siria, devastada por un terremoto, enfrenta sus terribles consecuencias en medio de sanciones e intervencionismos que impiden las tareas de rescate y la ayuda humanitaria, sin personal médico, ni medicamentos.
La periodista y activista siria Sara Salloum dijo que la sanción de EU (Ley César) paralizó la economía. (Tercera informacion.es 7/02/23).
A la enorme cantidad de sanciones que Estados Unidos impone a naciones como Rusia, China e Irán –virtual guerra económica totalmente ilegal–, se suman las guerras culturales con sentido aniquilatorio como la campaña rusofóbica promovida por EU y sus aliados contra su lengua, religión, arte, literatura, su prensa hablada y escrita, y el intento mezquino de reescribir la historia al poner en duda que el Ejército Rojo de la URSS libró la principal batalla de la II Guerra Mundial contra los nazis y que fue el vencedor en el principal campo de batalla.
Es equivoca la caracterización de que EU es una potencia unipolar confundiendo el hecho de que es una potencia en crisis hegemónica que actúa bajo una unilateralidad bélica semejante a la que gestó la II Guerra Mundial. Esa unilateralidad bélica –que no unipolaridad– ocurre en un contexto de multipolarización estructural del sistema internacional que se ha venido detectando desde 1949 con la revolución china. Los límites del poderío militar de EU se manifestaron en la Guerra de Corea (ver Joyce y Gabriel Kolko, The Limits of Power, 1972). El unilateralismo bélico acompañado de la geopolitización de las relaciones internacionales es lo que genera la propensión a una III guerra mundial.
Empiezan a aparecer estudios de primer nivel por parte de historiadores de EU sobre fin del “siglo americano” (como dicen ellos) (ver Daniel Bessner, “Empire Burlesque”, Harpers Magazine, julio/22).
Tom Engelhardt señala cómo “marcado por la enfermedad, las guerras sin fin y un planeta moribundo, el imperio de EU está finalmente llegando a su declive (The Nation, 19/6/20).En su libro A Nation Unmade by War (TomDispatch, 2018)señala que desde su fundación EU ha sido una nación hecha por guerras, en Oriente Medio y el norte de África, guerras sin fin que han contribuido a un mundo cada vez más caótico.
Engelhardt hace una contribución potente a la noción de Marcuse de que EU alcanza el poderío por medio de la movilización total de los recursos humanos y materiales para la eventualidad de una guerra interna o externa contra un enemigo real o imaginario.
El ex primer ministro de Israel Naftali Bennett afirma que bajo su mediación abogó por una negociación entre Rusia y Ucrania y que para tal efecto convocó a los países claves, como Alemania, Francia y EU, en 2022. A pesar de que había buenas perspectivas para dicha negociación Bennett señala que “Occidente tomó la decisión de que era necesario seguir destrozando a Putin en lugar de negociar… rompieron las negociaciones y en aquel momento me pareció que estaban equivocados. Estoy seguro de que teníamos muchas posibilidades de éxito. (oficina del ex primer ministro, RT, 7/2/23)
“Me rebelo y protesto por esta deshonestidad intelectual en la crisis de Ucrania, porque los desencadenantes de la guerra son los estadunidenses y la OTAN”, dijo Pierre de Gaulle, nieto del general y ex presidente de Francia Charles de Gaulle, a la Asociación de Diálogo Franco-Ruso la semana pasada: “Al alimentar el conflicto de Ucrania y librar una guerra económica planificada de antemano contra Rusia, EU está haciendo sufrir a los europeos. Desafortunadamente, continúa la escalada militar (NewsFront, enero/23 ), por lo que aumentan los riesgos de una guerra general.