Ciudad de México. Víctor Hugo Espíndola Castro, jefe del Área de Análisis del Servicio Sismológico Nacional (SSN) informó que de 2022 a la fecha, se han registrado 31 sismos de baja magnitud en la Ciudad de México.
Estos pequeños movimientos telúricos no son resultado de una anomalía en la corteza terrestre interior sino que están asociados a la actividad del Eje Volcánico Transmexicano (EVTM) en el que se agrupan una serie de volcanes siendo el Popocatépetl el activo más cercano a la Ciudad de México.
“Toda esta actividad volcánica viene asociada también con gran cantidad de fallamiento o fallas en la corteza terrestre porque obedece a esfuerzos a grandes profundidades del magma”
En esta región “junto con la actividad volcánica se ha producido una gran cantidad de fallas dentro y fuera de la Ciudad de México”. De hecho algunas localizadas dentro están cartografiadas, agregó.
Sobre los dos microsismos que se presentaron el 7 y 8 de febrero pasados, indicó, que el primero se registró en la zona de San Angel Inn al norte del SSN ubicado en Ciudad Universitaria con una magnitud de 1.5.
El segundo se localizó también al norte del SSN pero en la zona de Mixcoac con una magnitud de 1.2
Agregó que con base en los registros sísmicos de hace mucho tiempo, se trata de movimientos que se presentan con normalidad.
Sin embargo, “ante cualquier sismo que ocurre en la Ciudad de México o en alguna entidad lejana como en las costas del Pacífico, hay que tomar las medidas de protección civil que ya sabemos y estar atentos”.
Explicó que los conceptos de magnitud e intensidad de los sismos son diferentes, “la intensidad está asociada con la aceleración del suelo y la percepción humana”.
El sismo, “del 7 de febrero fue aproximadamente de una aceleración máxima, en una estación cercana, de alrededor de 5 centímetros por segundo al cuadrado que generalmente ya es una aceleración percibida por la población adyacente al epicentro”.