Nurdagi. Equipos de búsqueda y rescate de todo el mundo, entre ellos Francia, China, Italia, Irán y Países Bajos, comenzaron a arribar ayer a Turquía, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el devastador terremoto del lunes pasado puede afectar hasta a 23 millones de personas en territorio turco y sirio.
Con base en los mapas de la zona afectada, en el sur de Turquía y norte de Siria, una responsable de emergencias de la OMS, Adelheid Marschang, indicó que “23 millones de personas están expuestas” a las consecuencias del terremoto y sus réplicas, “incluyendo 5 millones de personas vulnerables”, al destacar que se trata de “una crisis sobre múltiples crisis”.
“Es una carrera contra el reloj”, advirtió el director general de la institución, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró que 45 países ofrecieron ayuda, incluido Ucrania, que anunció el envío de 87 socorristas a Turquía, a pesar de estar en plena guerra con Rusia.
China anunció un donativo de 5.9 millones de dólares, mientras Emiratos Árabes Unidos prometió 100 millones de dólares para Siria y Turquía. Arabia Saudita dispuso un puente aéreo para proporcionar ayuda.
Un día después del sismo de 7.8, más una réplica de magnitud similar, la Unión Europea (UE) desplegó a 27 equipos de rescate y médicos a través del Mecanismo de Protección Civil, facilitados por 19 países europeos, 17 de ellos estados miembros, confirmó el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic.
El llamado lanzado por el gobierno de Siria recibió por ahora respuesta de Rusia, su aliado, que prometió equipos de socorro “en las próximas horas”, además de 300 militares rusos que ya se encuentran en el lugar para ayudar en el rescate.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) también reaccionó, pero insistió en que la ayuda debe llegar a toda la población siria, incluida la parte que no está bajo control de Damasco.
La ONU liberó 25 millones de dólares de su fondo de emergencias para coadyuvar a poner en marcha la respuesta humanitaria; y afirmó que exploraba “todos los caminos” para llevar provisiones al noroeste de Siria, en poder de los rebeldes, donde millones viven en la pobreza extrema y dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir.
Piden levantar sanciones
La Media Luna Roja siria instó a la UE a levantar las sanciones contra el gobierno de Bashar al Assad, que desde 2010 enfrenta a una oposición armada respaldada por Estados Unidos y mercenarios.
El jefe de la Media Luna Roja siria, Khaled Hboubati, pidió el levantamiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos y Occidente a Siria con el fin de facilitar los esfuerzos de socorro, ya que el país afectado por el terremoto tiene una gran necesidad de equipo de rescate.
La ayuda es crucial porque “la situación de la población ya era dramática” antes del sismo por la guerra y las sanciones, afirmó Raphaël Pitti, un responsable de la ONG francesa Mehad, que trabaja en la provincia siria de Idlib.
Uno de los principales problemas es el acceso a este último bastión controlado por rebeldes y yihadistas, donde viven 4.8 millones de personas, dijo.
Casi toda la ayuda humanitaria que llega a esta región desde Turquía pasa por Bab al Hawa, el único punto de acceso, obtenido mediante una resolución de la ONU.
Enviar la ayuda a través del territorio sirio controlado por Damasco sería complicado a nivel diplomático. También supondría que el gobierno de Al Assad acepta que sea repartida en las zonas rebeldes.
El embajador sirio ante la ONU, Bassam Sabbagh, aseguró que la asistencia será “para todos los sirios en todo el territorio”, y exigió que ésta se distribuya desde el interior del país, bajo control gubernamental.
“Los accesos a partir de Siria existen, pueden coordinarse con el gobierno y estamos dispuestos a hacerlo”, precisó el diplomático, quien descartó llevar la ayuda por los accesos transfronterizos.