Jinderis. En esta localidad del noroeste de Siria, socorristas encontraron a una bebé, nacida bajo los escombros y todavía unida por el cordón umbilical a su madre fallecida, y quien aparentemente dio a luz mientras estaba sepultada bajo las ruinas de un edificio de cinco pisos colapsado por el terremoto del lunes pasado.
La recién nacida es la única de su familia inmediata que sobrevivió al derrumbe del edificio durante el terremoto en la pequeña población de Jinderis, cerca de la frontera con Turquía, declaró Ramadan Sleiman, un pariente. Murieron la madre, el padre, tres hermanas, un hermano y una tía de la niña.
En un video que circula en las redes sociales, se ve a un hombre que lleva entre los escombros a la recién nacida cubierta de polvo. Fue una vecina del lugar quien le cortó el cordón umbilical. El cadáver de su madre quedó sepultado en los restos del edificio.
Está en incubadora
Rescatistas hallaron a la bebé más de 10 horas después del sismo y la llevaron a un hospital pediátrico en la localidad vecina de Afrin, donde la colocaron en una incubadora, señaló el médico Hani Maarouf.
Fuentes del sanatorio dijeron que cuando se encontró a la niña, su temperatura era de 35 grados centígrados y tenía contusiones, pero se le estabilizó. Maarouf calculó, por su temperatura, que nació unas tres horas antes de que la hallaran, cuando presumiblemente la madre también estaba viva tras el parto.
En el hospital, otro pariente de la niña, Khalil Sawadi, informó: “Somos desplazados de Deir Ezzor, Abdalá (el padre de la bebé) es mi primo y estoy casado con su hermana”.
La familia huyó de la convulsionada ciudad siria de Deir Ezzor, al este, creyendo que estarían seguros en Jinderis, una localidad controlada desde 2018 por fuerzas turcas.
Jinderis, en un enclave en poder rebelde en el noroeste de Siria, sufrió la caída de varios edificios.
Unas 50 viviendas se derrumbaron en esta localidad siria, relativamente cercana al epicentro del sismo en Turquía.