Washington. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó ayer la democracia de su país de “inquebrantable” y se comprometió a trabajar con la oposición, en un discurso sobre el estado de la Unión que sirvió de rama de olivo a los escépticos republicanos y de proyecto para su candidatura a la relección en 2024.
En su primer discurso ante una sesión conjunta del Congreso desde que los republicanos tomaron el control de la Cámara de Representantes, en enero, Biden citó los avances en una economía pospandémica, y subrayó que un Legislativo amargamente dividido podría superar sus diferencias.
“A menudo se nos dice que demócratas y republicanos no pueden trabajar juntos, pero en los dos últimos años hemos demostrado que los cínicos y los detractores estaban equivocados”, señaló el demócrata. “A mis amigos republicanos, si pudimos trabajar juntos en la pasada legislatura, no hay razón para que no podamos encontrar el consenso en cosas importantes en este periodo”.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, se sentó por primera vez detrás de Biden durante el discurso.
“No quiero arruinar su reputación, pero estoy deseando trabajar con usted”, dijo Biden entre risas.
Una de las pruebas de ese desafío serán los esfuerzos de la Casa Blanca para elevar el techo de la deuda, de 31.4 billones de dólares, que debe aumentarse en los próximos meses para evitar un impago. La Casa Blanca ha dicho que Biden no negociará sobre esa necesidad; los republicanos quieren recortes del gasto a cambio de su apoyo.
Tratando de proyectar optimismo de frente a la campaña presidencial de 2024, Biden informó que la economía ha creado 12 millones de nuevos puestos de trabajo, que el covid-19 ya no controla las vidas de los estadunidenses y que la democracia del país permanece intacta a pesar de enfrentarse a su mayor amenaza desde la Guerra Civil (1861-1865).
“Hoy, aunque magullada, nuestra democracia permanece incólume e intacta”, destacó.
Desde su toma de posesión, poco después del intento de golpe de Estado por seguidores de Donald Trump que asaltaron el Capitolio el 6 de enero de 2021, Biden ha dicho que quiere unificar el país. Y se ciñó a ese tema, destacando un enorme proyecto de ley de infraestructuras al que se habían opuesto muchos legisladores de oposición.
“Agradezco sinceramente a mis amigos republicanos que votaron a favor de la ley”, comentó.
El presidente estadunidense, Joe Biden, durante su discurso sobre el estado de la Unión, ayer en el Capitolio. Atrás, la vicepresidenta Kamala Harris y el líder de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy. Foto Afp.
“Y a mis amigos republicanos que votaron en contra, pero que piden financiar proyectos en sus distritos, no se preocupen. Prometí ser el presidente de todos los estadunidenses; financiaremos sus proyectos y los veré en la inauguración”, añadió, provocando risas y aplausos.
Durante su discurso, el mandatario pidió que el Congreso apruebe un impuesto mínimo a los multimillonarios; acusó a las grandes compañías petroleras de especular durante la reciente crisis del combustible y pidió un fuerte aumento de impuestos sobre la recompra de acciones para impulsarlas a invertir más en la producción de crudo.
“El año pasado ganaron 200 mil millones de dólares en medio de una crisis energética global. Creo que es escandaloso”. También criticó a las grandes compañías farmacéuticas por cobrar “injustamente” precios altos. Advirtió que vetará cualquier prohibición del aborto a nivel federal. Pidió aprobar reformas para responsabilizar a la policía de comportamientos violentos, y que legislen para prohibir las armas de asalto peligrosas “de una vez por todas”.
“No podemos darle la espalda”, aseveró Biden, en referencia a Tyre Nichols, quien murió después de ser brutalmente golpeado por seis policías afrodescendientes, y cuyos padres asistieron como invitados al discurso del Estado de la Unión.
También calificó de “amenaza existencial” la crisis climática y se refirió a proyectos para mejorar la educación pública, la seguridad social y órdenes ejecutivas para combatir la crisis que ha llevado a Estados Unidos a registrar 70 mil muertos por fentanilo al señalar: “Lancemos un gran esfuerzo para detener la producción, la venta y el tráfico de fentanilo con más máquinas de detección de drogas para inspeccionar la carga y detener las pastillas y el polvo en la frontera”.
Destacó que se detuvo a 8 mil contrabandistas al destacar los logros de su gobierno en la lucha contra la inmigración irregular en la frontera.
En el ámbito internacional refirió: “vamos a estar con ustedes el tiempo que sea necesario. Nuestra nación trabaja por más libertad, más dignidad, más paz, no sólo en Europa, sino en todas partes”, expresó dirigiéndose a la embajadora de Ucrania en Estados Unidos, Oksana Markarova.
Defenderá los intereses de Washington ante Pekín
El jefe de la Casa Blanca se declaró dispuesto a trabajar con China, pero advirtió que defenderá los intereses estadunidenses, días después de ordenar al ejército derribar un globo chino, que su gobierno catalogó de espía mientras la nación asiática aseguró que se trataba de un aparato civil para observación meteorológica. “No se equivoquen, como dejamos claro la semana pasada, si China amenaza nuestra soberanía, actuaremos para protegernos. Y así lo hicimos”, subrayó.
Biden sigue siendo impopular. Su índice de aprobación se ubica en 41 por ciento, en un sondeo de Reuters/Ipsos cerrado el domingo. En tanto, 65 por ciento de estadunidenses creen que el país va por mal camino, frente a 58 por ciento del año anterior.
Del mismo modo, en el otoño de 2020, cuando Donald Trump era presidente, 65 por ciento de los votantes registrados creían que el país iba por mal camino, según sondeo de Reuters/Ipsos.
Biden cumplió 80 años en noviembre y, si es relegido, tendría 82 al inicio de su segundo mandato, hecho que preocupa a muchos votantes demócratas, según muestran encuestas recientes.