Tultitlán, Méx. Colectivos de grafiteros mexiquenses piden a partidos políticos y a candidatos a cargos de elección popular respetar murales pintados en espacios urbanos, y no retirarlos, dañarlos o borrarlos por sustitución de publicidad de sus campañas electorales rumbo a la elección a gobernador del Estado de México, pues plantearon que es su derecho acceder al arte y la expresión.
“El espacio urbano se ha utilizado para construir y reconstruir identidades colectivas por lo que también se invita a la población a participar en su cuidado, estímulo y preservación como parte del patrimonio local, durante las elecciones y posterior a ellas”, plantearon jóvenes en conferencia de prensa.
Los artistas urbanos pugnaron por la conservación de murales como el ubicado en los muros de del mercado de cohetes de San Pablito, en Tultitlán; en los ubicados en Tultitlpan en el Parque de la Unidad Habitacional Cosem y los mega murales de avenida El Canal en la zona oriente de Tultitlán.
Integrados a los colectivos Tlalne Street Art, Casa Revolución, Orgullo Bravo y Noray, pidieron que los candidatos y candidatas se comprometan a proteger y respetar los derechos culturales de la ciudadanía y que en su agenda cultural figure la promoción y cuidado de arte urbano y de sus creadores.
José Barrera Ruiz insistió en que el arte urbano es una forma de expresar la realidad de la entidad mexiquense, que recupera espacios públicos para la expresión, y que hacer del muralismo obras de arte que recogen voces, como las de hombres y mujeres que rechazan la violencia de género como se expresa en los mega murales de avenida de El Canal.
Por escrito, y en nueve puntos, enlistaron sus demandas: en el llamado a los partidos políticos para que “no borren murales para sustituirlos con propaganda política”. Plantearon que las obras que sean borradas sin consentimiento del creador o creadora, reciban acciones basadas en la Ley de Propiedad Intelectual, plantearon en un escrito de solicitudes.
Los jóvenes indicaron que los daños sean reparados con dinero o la reposición de espacios para pintar el mural perdido, y que esta labor sea financiada por el partido o candidato responsable de la destrucción, plantearon en el escrito.
En otros puntos, plantearon que el retiro de un mural en deterioro debe ser consultado al autor o autora para pedir permiso o llegar a un acuerdo. Indicaron que crearan un grupo apartidista e independiente para vigilar que las obras urbanas sean respetadas.
Los ponentes plantearon que el Estado de México sufre un fuerte abandono en materia cultural particularmente en municipios conurbados a la ciudad de México, y que mutilar los pocos murales de acceso público representa un grave daño al trabajo artístico que se lleva a cabo en esas comunidades.