Madrid. La Marina de Estados Unidos está detrás de las explosiones en los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2, mediante los cuales se transportaba el gas ruso a Europa por debajo del mar Báltico, cuyas detonaciones ocurrieron en septiembre de 2022, acusó el periodista estadunidense y ganador de un premio Pulitzer, Seymour Hersh.
La detonación de la vía más rápida para el abasto del gas ruso a Europa ocurrió siete meses después de la invasión a Ucrania por parte de Moscú, y fue uno de los factores que hizo elevar los precios de los energéticos y que incrementó las tensiones entre Rusia y Occidente, generando el temor a que el conflicto bélico se desbordara de las fronteras ucranias.
EU puso los explosivos, Noruega hizo las detonaciones
Hersh explicó en un blog en su página de internet que los responsables del presunto sabotaje fueron buzos de la Marina estadunidense, que habrían colocado explosivos durante las maniobras 'Baltops 22' de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Señaló que fueron las autoridades noruegas las encargadas de activar dichas cargas meses después. “Tres meses después destruyeron tres de los cuatro ramales del gasoducto”, afirmó. La decisión de hacerlos estallar se tomó nueve meses después de un “debate secreto” por parte de las agencias de seguridad nacional estadunidense, detalló.
Según el periodista, el 26 de septiembre, un avión de la Marina noruega lanzó una boya hidroacústica que detonó los artefactos explosivos.
Revuelos causados por las publicaciones de Hersh
Hersh es un antiguo reportero del New York Times y del New Yorker que ganó numerosos premios por su periodismo de investigación, incluido el premio Pulitzer en 1970 por su trabajo sobre la masacre de My Lai a manos de una unidad militar del Ejército de Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam.
También obtuvo otro reconocimiento por su trabajo sobre el escándalo de Abu Ghraib de 2004, tras la invasión estadunidense de Irak.
Más recientemente, encendió la polémica con un informe que rebatía la versión de la administración de Barack Obama sobre el asesinato en 2011 del fundador de Al Qaeda, Osama bin Laden, en una operación de las fuerzas especiales estadunidenses, y otro que acusaba a los rebeldes sirios de organizar un ataque con agente nervioso sarín en agosto de 2013 en un suburbio de Damasco que mató a cientos de civiles.
Recuento
El pasado 26 de septiembre, Nord Stream 2 AG, operadora del gasoducto homónimo ruso, anunció una fuga de gas por causas desconocidas en una de las dos tuberías de la infraestructura cerca de la isla danesa de Bornholm.
Posteriormente, las autoridades informaron que dos ramales del gasoducto paralelo Nord Stream 1 también habían sufrido daños. Alemania, Dinamarca y Suecia no descartaron un acto de sabotaje tan solo ocho meses después del inicio de la invasión rusa de Ucrania.
La construcción de Nord Stream 2, diseñado para duplicar el volumen de gas que Rusia podría enviar directamente a Alemania bajo el mar, se completó en septiembre de 2021, pero nunca se puso en marcha después de que Berlín archivó la certificación pocos días antes de que Moscú enviara sus tropas a Ucrania el pasado febrero.
Acusaciones mutuas
El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia catalogó las explosiones de ataques terroristas y el 30 de septiembre dijo que tenía pruebas que apuntaban a la implicación de países occidentales.
Suecia y Dinamarca, en cuyas zonas económicas exclusivas se produjeron las explosiones, llegaron a la conclusión de que los gasoductos fueron volados deliberadamente, sin indicar quién podría ser el responsable.
Estados Unidos y la OTAN calificaron las explosiones de los ductos de “acto de sabotaje”. Por su parte, Moscú culpó a Occidente de las inexplicables explosiones que causaron las roturas. Ninguna de las partes han aportado pruebas.
En una entrevista publicada el pasado 9 de enero en La Jornada, el politólogo Noam Chomsky señaló que Occidente se apresuró a culpar a Rusia sobre las explosiones en los ductos, aun cuando la mayor parte del mundo reconoció de inmediato que los rusos eran el sospechosos menos probable, pues no ganaban nada con destruir un valioso recurso que les pertenece https://bit.ly/3Xiprh0.
Tras la publicación de Hersh, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia afirmó que Estados Unidos tenía preguntas que responder sobre su papel en las explosiones en los oleoductos.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, dijo que es la Casa Blanca la que debe comentar ahora la investigación del periodista estadunidense Seymour Hersh.
Por su parte, la Casa Blanca calificó de “totalmente falso y de completa ficción” el artículo publicado en un blog por un periodista de investigación estadunidense, en el que se afirmó que Washington estaba detrás de las explosiones de los gasoductos Nord Stream.
“Esto es totalmente falso y una completa ficción”, dijo Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Portavoces de la CIA y del Departamento de Estado señalaron lo mismo.