El aumento de los costos para el proyecto del Tren Maya con respecto al presupuesto original obedece a que se han incorporado obras que no estaban consideradas, como parques, ampliaciones viales e incluso el aeropuerto de Tulum, además de modificar las características ferroviarias para que se construyeran 700 kilómetros de doble vía con energía eléctrica, explicó el presidente Andrés Manuel López Obrador. A pesar de este incremento, el gasto es menor “si se compara con las obras durante el neoliberalismo”.
En la conferencia de prensa de ayer se presentó el informe de avance del tramo 4, que corre de Izamal a Cancún, en el cual el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jorge Nuño, reportó que en el destino de playa se realizan cuatro importantes obras viales complementarias que permitirán una mayor eficiencia en la circulación en torno al aeropuerto, entre otras. Su construcción implica una inversión de 7 mil 200 millones de pesos.
A su vez, el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Diego Prieto Hernández, destacó que en este trayecto se encuentran dos grandes zonas arqueológicas, Ek’Balam y Chichén Itzá, esta última es la principal atracción prehispánica en el país. Informó que también se tiene considerada la construcción de un museo de sitio.
Comentó que Ek’Balam, en Yucatán, es una zona con un enorme potencial, ubicada muy cerca de Valladolid, con elementos decorativos muy relevantes como una deidad acuática que se emplaza en la estructura principal de esta antigua ciudad maya.
Por su parte, el jefe del Centro Coordinador de Operaciones del Tren Maya de la Secretaría de la Defensa Nacional, Blas Sánchez, mencionó que en torno a Chichén Itzá se tiene previsto construir un hotel de dos torres con 160 habitaciones a una distancia de 500 metros de la zona arqueológica.