De acuerdo con el censo 2020, la población de origen hispano en Estados Unidos era de 59.3 millones de personas y representaban 18.9 por ciento del total. La de origen mexicano era la más numerosa y daba cuenta de 61 por ciento, con alrededor de 36.5 millones.
La corriente de migrantes mexicanos a Estados Unidos se frenó en 2020 a causa de la pandemia de covid-19 y según el Anuario de migración y remesas, elaborado por el departamento de investigación de BBVA (publicado en septiembre de 2022) el número de migrantes mexicanos durante 2021 aumentó 400 mil personas.
La migración no documentada creció, y los “encuentros” en la frontera, que es el término con el que se refiere a las expulsiones que ocurren de modo inmediato y las detenciones, cuando menos temporales, involucraron en promedio a 59 mil personas mensuales en 2021 y 72 mil en los primeros nueve meses de 2022.
En 2021, además, se llegó a un máximo histórico de muertes de migrantes mexicanos ocurridas al tratar de cruzar hacia Estados Unidos: 719 en total, una cifra en constante aumento desde 2018 (en ese año fueron 272) y el mayor número anterior fue 461 en 2005.
Los datos que exhibe la organización WOLA, dedicada a promover los derechos humanos en América, muestran que la policía fronteriza habría registrado 298 mil “encuentros” con mexicanos en el año fiscal 2020 (por razones administrativas un año fiscal en Estados Unidos cubre del 30 de octubre de cada año al 1 de septiembre del año siguiente); en 2021 la cifra alcanzó 655 mil y en 2022 rebasó los 808 mil. (https://acortar.link/5Vi58E)
Esa es la dimensión del flujo de personas que buscan salir del país y abarca sólo aquellas que llegan a la frontera.
Sabido es que la población de origen mexicano, sean ciudadanos o residentes, o bien, sin papeles, envían una enorme cantidad de remesas al país. Al respecto vale la pena citar algunos datos relevantes acerca de esta población. Según el Foro de Remesas de América Latina y el Caribe que auspicia el Cemla, los trabajadores inmigrantes mexicanos en Estados Unidos tuvieron un ingreso laboral del orden de 320 mil millones de dólares en 2022 y habrían enviado ese mismo año 17 por ciento de dicho ingreso a sus familiares en México.
En una nota del foro fechada en septiembre de 2022 se asienta que en 2021 el ingreso por remesas fue del orden de 51.5 mil millones de dólares, lo que equivale a 4 por ciento del PIB del país. Las variaciones por estados son muy significativas: en Michoacán las remesas representaban 15.4 por ciento del PIB; en Guerrero, 13.9; Zacatecas, 12.6; Oaxaca, 11.38, y Chiapas 9.2 por ciento. En el otro extremo están: Campeche, 0.59 por ciento del PIB; Nuevo León, 1.24; Baja California Sur, 1.25; Tabasco, 1.37, y CDMX, 1.50. (Véase para más detalles relevantes la nota del foro en https://acortar.link/w7p9T9).
En esa misma nota se apunta que 4.9 millones de hogares recibieron remesas de un total de 36.1 millones entre julio de 2020 y agosto de 2021; así que 13.6 por ciento de los hogares son los principales receptores y en ellos esos recursos son muy representativos en el ingreso familiar. En 2021 las remesas fueron equivalentes a 6.2 puntos porcentuales del consumo privado y habrían financiado 45 por ciento del gasto de consumo de los hogares que las recibieron.
México es el segundo país receptor de remesas en el mundo. En 2021, India recibió 89 mil millones de dólares por concepto de remesas (es desde 2008 el mayor receptor), México 54, China 53, Filipinas 37 y Egipto 32 mil mdd.
En 2021, según los datos de Banxico, el ingreso por remesas fue de 51 mil 594 millones de dólares, cantidad que estuvo por encima de los 40 mil 605 mdd de 2020 y fueron 27 por ciento más altas (las remesas habían crecido 8.2 por ciento en 2019 y 11.4 en 2020). En una nota publicada el 2 de enero de este año el banco central informó que el monto acumulado por remesas entre enero y noviembre de 2022 fue de 53 mil 139 mdd, por arriba de los 46 mil 834 mdd o 13.5 por ciento más en el mismo lapso de 2021, así que hay una disminución en el ritmo del flujo de las remesas.
La entrada de divisas por concepto de remesas tiene una relevancia significativa en el país, sobre todo en términos sociales por lo que significa como apoyo al ingreso de los hogares que las reciben y su participación en el gasto de consumo de las familias.
Los montos de las remesas están cuantificados y se conoce el destino geográfico: por estado y por municipios receptores. Como una muestra, entre octubre y diciembre de 2022, Jalisco y Michoacán recibieron casi 9 por ciento cada uno del total; Guanajuato, 8.5 por ciento; en cada caso Chiapas y estado de México, 6 por ciento; Jalisco y Michoacán, casi 9 por ciento, y Oaxaca y Puebla 5 por ciento.
Estos recursos apoyan el ingreso y complementan en muchos casos a los que fluyen de los diversos programas de asistencia social que ofrece el gobierno. No hay una evidencia correlativa entre los resultados de dichos programas con las repercusiones de remesas. El caso es que los indicadores de la pobreza no mejoran, la gente sigue migrando a Estados Unidos, las remesas siguen siendo muy elevadas. La fe no es condición para poner en evidencia las ventajas que enmarcan a las políticas públicas.