Las agrupaciones que mantienen la escultura Justicia en la Glorieta de las Mujeres que Luchan, en Paseo de la Reforma –donde se encontraba la estatua de Cristóbal Colón– no incluyeron la participación de la vocera del movimiento Mujeres Indígenas Originarias y Afrodescendientes, Rocío Angélica Márquez, en la asamblea de ayer, por lo que no se permitió que avanzara el diálogo para la posible convivencia con el monumento de La Joven de Amajac, señaló la activista Marcela Villaseñor, de Aquelarre Feminista.
En entrevista, dijo que se incumplió el acuerdo del 21 de diciembre y con la convocatoria que los colectivos de mujeres emitieron el 17 de enero, al lamentar que “discriminen e ignoren a Rocío Angélica Márquez, a quien se excluyó con el argumento de que no confirmó su asistencia”.
Las organizadoras indicaron que la agenda de participaciones de la asamblea, que empezó el mediodía en ese lugar, estaba completa, pero podrían abrir un espacio una vez que concluyera, es decir, después de las 16 horas, sin que tampoco existiera certeza de que así sería.
Villaseñor dijo que Aquelarre Feminista y el movimiento de Mujeres Indígenas solicitaron la intervención de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México a fin de que se reinicie el diálogo con un nuevo encuentro en la sede de la defensoría.
Pidió que entre colectivos no deben considerarse enemigas, al solicitar que se asienten verdades en reuniones con autoridades, pues en ningún momento declinaron en las participaciones, al contrario, siempre han estado atentas a acudir a las asambleas con respeto y avanzar en acuerdos por medio del diálogo.
“Es triste decir que estamos viviendo un proceso de discriminación y de revictimización hacia nuestras compañeras indígenas y de marginación”, tras acusar que la antimonumenta, ubicada frente a Bellas Artes, se ha convertido en un lugar para el comercio en el que no cualquier mujer puede vender, con lo que se ha desvirtuado el sentido original. Aclaró que en ningún momento las indígenas “están haciendo el favor al gobierno”.
En enero se conoció que las mujeres que quieren ambas esculturas estarían dispuestas a compartir la ex glorieta de Colón.