A una semana de la desaparición de Carolina Islas Dorantes y su pareja, Iván Guadarrama, familiares y amigos bloquearon por más de ocho horas los tres puntos de salida de la ciudad rumbo a la carretera a Cuernavaca.
Eso ocasionó el enojo de los automovilistas, quienes desesperados enfrentaron a los manifestantes a fin de romper el cerco cuando llevaban tres horas detenidos sobre calzada de Tlalpan e Insurgentes Sur. Las filas de vehículos alcanzaron varios kilómetros y el atasco afectó vías aledañas, primarias y secundarias.
En calzada de Tlalpan, a la altura de la estación del Metro General Anaya, así como Insurgentes, miles de automotores permanecían varados, además del Viaducto Tlalpan, al tiempo que calles alternas como Periférico, Miramontes, División de Norte y otras iban a vuelta de rueda.
La pareja salió del poblado Santo Tomás Ajusco, en Tlalpan, para acudir a un bar del Centro, y ya no regresó. Luego de varios días, los padres de la joven, de 29 años, decidieron plantarse en las avenidas para presionar a la Fiscalía General de Justicia a fin de que se revisen las cámaras del circuito de seguridad de la Ciudad de México y se haga el rastreo de teléfonos.
Antes del mediodía, un grupo de 40 personas bloqueó por primera vez Insurgentes Sur, a la altura del monumento al Caminero, donde exigieron una reunión con la fiscal Ernestina Godoy.
Ante el aumento del número de vehículos que buscaban dejar la ciudad por el primer fin de semana largo del año, los inconformes extendieron su protesta y cerraron el entronque de Viaducto Tlalpan e Insurgentes.
Los conductores exigían que se les permitiera pasar y tocaban el claxon, pero los manifestantes no se movían. El chofer de una pipa les aventó el camión y logró pasar el cerco justo en la calzada de Tlalpan.
Otros intentaron hacer lo mismo, pero los manifestantes les cerraron el paso; fue en ese momento en que un par de automovilistas se bajaron y a empujones y golpes intentaron abrir la vía. Se sumaron más y lanzaron piedras y otros objetos a los manifestantes, pero sólo dos lograron sortearlos.
Tras la confrontación, los manifestantes decidieron liberar por 10 minutos un carril de Insurgentes.
El secretario de Gobierno, Martí Batres, acudió al lugar e informó que dialogaría con los quejosos para que se retiraran. Indicó que se reunieron con Godoy y firmaron una minuta con acuerdos favorables para continuar con la investigación, por lo que acordaron liberar las vialidades.
Sin embargo, David Islas, hermano de Carolina, señaló que mantendrían el cierre. Los manifestantes decidieron liberar calzada de Tlalpan y el Caminero para concentrarse en Insurgentes, hasta donde llegaron efectivos del cuerpo Metropolitano de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, los replegaron y abrieron la vialidad pasadas las 20 horas.