En una ceremonia encabezada por el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, pasó a retiro el general Francisco Ortega Luna, quien ocupó diversos puestos de mando en zonas donde se combatió el narcotráfico y el robo de hidrocarburos.
Al despedirse del servicio activo, Ortega Luna afirmó que la vocación militar se centra en el compromiso y la lealtad hacia el país. “Es el reflejo de la convicción de esos ciudadanos por servir a la patria; este sentimiento tiene su inicio en la imagen proyectada por militares mexicanos honorables, que han demostrado un desinteresado amor a la nación, lo que sin duda es un modelo a seguir para muchos jóvenes”, destacó.
Ortega Luna nació en Tepeojuma, Puebla, en enero de 1958; ingresó al Ejército como soldado de transmisiones en abril de 1974. Un año después entró como cadete numerario al Heroico Colegio Militar, de donde egresó como subteniente de caballería. En 1988 ascendió a capitán primero, mientras cursaba estudios en la Escuela Superior de Guerra; al egresar fue comisionado a diversos puestos de mando, entre los que destacan el de subjefe de adiestramiento y fuerzas especiales, y jefe de la Policía Judicial Militar.
En 2014 estuvo asignado en la 22 Zona Militar cuando ocurrió la matanza de Tlatlaya, estado de México, donde ocho integrantes del 102 batallón de infantería ejecutaron a 22 civiles, episodio que se intentó hacer pasar como un enfrentamiento con presuntos delincuentes. El nombre de Ortega Luna fue mencionado en las investigaciones, pero no se le comprobó ninguna responsabilidad en los hechos.