Lima. El Congreso de Perú, dominado por la derecha, sigue sin escuchar el clamor de las calles. Con 75 votos en contra, 48 a favor y una abstención rechazó anoche una nueva propuesta para adelantar las elecciones generales a julio de este año, y la realización de un referéndum para una Asamblea Constituyente, como exigen miles a diario en protestas reprimidas desde hace siete semanas y que han dejado al menos 58 muertos.
El proyecto de ley para realizar elecciones en julio próximo fue presentado por el partido de izquierda Perú Libre, que llevó a la presidencia al destituido y encarcelado ex presidente Pedro Castillo. Sin embargo, la propuesta fue rechazada tras dos votaciones con 48 votos a favor, 75 en contra y una abstención.
“La reforma no ha alcanzado el numero de votos, en consecuencia, no ha sido aprobado” el proyecto de ley, dijo José Williams, presidente del Congreso, tras un debate que se prolongó durante poco más de cuatro horas.
Ante el rechazo al proyecto, criticado desde las bancadas de derecha por incluir una consulta sobre una constituyente, el parlamentario Jaime Quito, autor de la propuesta, dijo que “el Congreso se tiene que cerrar. Lo que va a pasar es que Dina Boluarte va tener que renunciar”.
Esa exigencia es repetida por los manifestantes que acudieron de nuevo ayer a las calles del centro de Lima a protestar contra la mandataria.
Además, poco después de empezar el debate, los parlamentarios desestimaron otro proyecto sobre el adelanto de elecciones presentado por los diputados Alejandro Cavero y Adriana Tudela, de Avanza País, con 53 votos a favor, 70 en contra y dos abstenciones.
El texto reflejaba el cambio de mandato de los representantes para julio de este año, así como una disposición para realizar un referéndum para la convocatoria de una Asamblea Constituyente, informó la emisora RPP.
Horas antes, el ministro de Defensa, Jorge Chávez, instó al Congreso a encontrar una solución y a ponerse de acuerdo acerca de una fecha para convocar a elecciones anticipadas, una vez que Boluarte propuso octubre de 2023, después de que el Congreso rechazó, desde el viernes pasado, en dos ocasiones anticipar los comicios. “Por favor, escuchen a la ciudadanía, tenemos que salir de esta crisis que se está presentando y está en manos del Congreso tener una solución para el desarrollo y bienestar de nuestro país”, clamó Chávez en rueda de prensa desde Lima antes de que comenzara la sesión en la que nuevamente se descartó llamar a elecciones este año.
El titular de Defensa resaltó que, luego de la votación del pleno de antier, el Ejecutivo entregó al Legislativo un nuevo proyecto para adelantar las elecciones, igualmente para este año, como una “salida al entrampamiento” político.
“Es nuestra obligación como gobierno y como Estado dar una posible solución a lo que se pueda llevar a cabo”, señaló Chávez.
Fisuras en el gobierno
Más temprano, Boluarte aseveró que su renuncia no está en juego y ésta significaría dar paso al “desorden y a la crisis”, según La República. La protesta nacional no hará “bajar la cabeza ni la moral” al gobierno, sostuvo y exhortó a los sectores políticos a deponer sus diferencias para poner fin a la grave crisis social por la que atraviesa el país.
“Estamos firmes para defender la democracia y defender la estabilidad del país”, dijo Boluarte durante un evento en Piura (noroeste), donde sugirió que “la violencia y el radicalismo” de algunas manifestaciones son dirigidos por el ex presidente Castillo, a quien acusó de azuzar las protestas sociales que desde diciembre sacuden a la nación andina.
“Mi renuncia no está en juego. No vamos a ceder al chantaje político”, aseguró luego en una rueda de prensa, en la que señaló que el adelanto de elecciones “está en la cancha” del Congreso.
No obstante, el gobierno mostró fisuras ayer al conocerse la salida de Raúl Molina, el jefe de asesores deBoluarte, quien le reprochó falta de“gestos políticos sustantivos” y que no se hayan “atribuido aún responsabilidades claras” por los fallecidos en la crisis.
“Señora presidenta, escuche a nuestra gente, a la gran mayoría, que pide cambios”, reza la carta de renuncia de Molina fechada el 1º de febrero y divulgada ayer por la prensa.
Boluarte, quien declinó comentar las declaraciones de su ex asesor, ya ha tenido que afrontar las renuncias de cinco de sus ministros desde que tomó las riendas del país en diciembre pasado. Boluarte asumió, en su calidad de vicepresidenta, la jefatura del país el 7 de diciembre tras la destitución y detención del izquierdista Pedro Castillo, quien intentó disolver el Congreso y gobernar por decreto.
El mandato de Boluarte terminaría en 2026. Pero ante el estallido de protestas para exigir su renuncia pidió al Congreso anticipar los comicios.
El Legislativo los adelantó para abril de 2024, pero la mandataria insta a que se realicen este año en medio de crecientes manifestaciones que dejan ya 58 muertos.
La mandataria busca que para diciembre –en caso de una segunda vuelta– el país haya elegido presidente y parlamentarios.
Movilizaciones no ceden
Las protestas continúan en diversas zonas del país, incluida Lima, donde en la mañana de ayer decenas de pobladores de Puno y Cusco (sureste) se movilizaron a las puertas de los dos principales canales de televisión privada del país.
“No informan la verdad”; “Prensa genocida”, se leyó en pancartas de los manifestantes, que consideran que la cobertura de esos medios favorece al gobierno.
En el sur andino, región con histórico rezago económico, seguían los bloqueos de carreteras. Mientras en Junín, centro andino del país, decenas de ciudadanos mantienen bloqueada la carretera central, principal vía para la llegada de alimentos a la capital.
En Cusco, la capital del imperio inca, joya del turismo en Perú, también tenía lugar un paro de trabajadores y movilizaciones en las calles y la plaza central de la ciudad.