Washington. Un amplio informe federal sobre delitos a mano armada en Estados Unidos revela una reducción del tiempo entre la compra del arma y su incautación en la escena de un crimen, se trata del primer reporte en su tipo en más de 20 años.
También documenta un fuerte aumento en el uso de artefactos de conversión que dan a un arma semiautomática el poder de fuego de una ametralladora. Documenta, además, la confiscación de las llamadas “armas fantasma”, de fabricación casera y difíciles de rastrear.
El expediente aparece en momentos que el país registra un fuerte aumento de los crímenes violentos, sobre todo a mano armada. Muchos de los datos de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) no estaban disponibles hasta ahora. El objetivo es ayudar a la policía y legisladores a reducir la delincuencia armada, declaró el director Steve Dettelbach, quien acotó: “la información es poder”.
Así, 54 por ciento de las armas incautadas en 2021 por la policía en sitios donde se cometieron delitos fueron adquiridas en los tres años anteriores, un elevado aumento desde 2019. Esta reducción del tiempo sería un indicio de tráfico ilegal o de compras legales que están facilitando la reventa de armas a personas que no están autorizadas por la ley.
El número de nuevos instrumentos con poder de fuego en total en Estados Unidos tuvo un aumento significativo durante la pandemia de coronavirus, cuando las ventas marcaron récord.
El expediente revela que se ha quintuplicado la cantidad de artefactos para convertir un arma semiautomática legal en una automática ilegal. Entre 2012 y 2016, la ATF incautó 814 de esas armas, cifra que aumentó 5.4 veces en el quinquenio abarcado por la estadística presentada ahora.
Un artefacto convertido fue utilizado en un tiroteo en abril pasado, que dejó seis muertos y 12 heridos en Sacramento, California, hecho que las autoridades consideraron un enfrentamiento entre pandillas rivales.
El documento también revela la aparición creciente de “armas fantasma”. La ATF halló más de 19 mil pistolas de fabricación casera en 2021, más del doble que el año anterior.
La agencia exhorta a las corporaciones del orden a enviarle esas armas para rastrearlas o armar patrones de componentes, aunque en general no brindan tanta información como las armas de marca. El informe fue realizado por la ATF a petición del secretario de Justicia, Merrick Garland.