Al final de 2022 se estima una caída en la producción de granos básicos, pues tan sólo de maíz blanco, que se utiliza para consumo humano, será una baja de 4.9 por ciento menos respecto al año previo, mientras de frijol se prevé una caída mayor, de 18.1, y de arroz de 8.2, reportó el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (Siap).
Aunque todavía no se da el cierre del año agrícola, las expectativas indican que la cosecha de granos tendrán una baja en el volumen de producción de 1.1 por ciento en promedio, en particular en trigo panificable la disminución es de 0.4 por ciento, indicó en las Expectativas agroalimentarias de diciembre.
Sólo en el maíz amarillo, destinado al sector pecuario, se estima que elevará su producción en 7.4 por ciento y en el trigo cristalino será de 17 por ciento más, indicó el Siap. También previó un aumento en la producción en frutales por 6.1 por ciento, forrajes 2 por ciento, hortalizas 0.9, y agroindustriales 0.1.
En relación con el incremento de precios, destacó que en maíz blanco y frijol ocurrieron aumentos como consecuencia de la “incertidumbre que presentan los mercados de granos domésticos e internacionales por el aumento en los precios de los energéticos y fertilizantes que afecta el mercado interno”. Indicó que el chile serrano subió de precio por las lluvias que afectaron el cultivo.
En tanto, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural informó que en diciembre pasado, el valor de las exportaciones agropecuarias y pesqueras del país sumó dos mil 66 millones de dólares, que representó un incremento anual de 10.2 por ciento. Aunque no precisó el comportamiento de las importaciones.
En ese mes las alzas más importantes se registraron en las exportaciones de legumbres y hortalizas frescas (36 por ciento), pepino (23.9 por ciento), jitomate (11 por ciento), aguacate (nueve por ciento) y frutas y frutos comestibles (8.4 por ciento), apuntó.
De esta forma, en 2022 las exportaciones primarias mexicanas totalizaron 21 mil 397.7 millones de dólares, un aumento de 7.5 por ciento en comparación con el año previo, señaló la Secretaría de Agricultura con base en información del Banco de México (Banxico).
En un comunicado consideró que “a pesar del complicado escenario mundial, caracterizado por la pandemia, el conflicto en Europa del Este, el alza en el precio de los insumos, las amenazas de plagas y enfermedades, así como los efectos del cambio climático, el campo mexicano no se ha detenido”.