En las décadas recientes, la estructura familiar se ha modificado notablemente. Los hogares son diversos, y aunque los formados por casados siguen siendo mayoría (43.59 por ciento), cada vez cobran mayor relevancia los encabezados por jefas de familia (17.70), parejas en unión libre (20.43), personas solas (12.19), corresidentes y parejas del mismo sexo, señaló Fernando Pliego Carrasco, experto del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En la presentación del análisis Reporte sobre la familia en México 2022: retos y transformaciones en clave de esperanza, elaborado por el Centro de Familia, Bioética y Sociedad de la Universidad Pontificia de México, el investigador destacó que entre 2000 y 2020 hubo un “desplome de poco menos de la mitad” en el número de jóvenes de 18 a 29 años casados y aumentaron aquellos que están en unión libre.
Detalló que mientras en 2000 estaban casados 34.3 por ciento, dos décadas después esa cifra cayó a 14.2 por ciento. La unión libre se incrementó de 14.2 a 25.9 por ciento.
También hubo una caída de las parejas casadas por las vías civil y religiosa, de 18.3 a 4.9 por ciento.
Alfonso Miranda Guardiola, obispo de Monterrey y responsable de la Dimensión Pastoral Familiar de la Conferencia del Episcopado Mexicano, dijo a La Jornada que la composición de las familias es diferente: “están las mamás jefas de familia, varias familias viviendo juntas, personas viviendo solas o abuelos con sus nietos, entre otras; hay una inmensa variedad de condiciones y familias”.
Remarcó que, ante esta realidad, “hay que ser incluyente. No podemos descuidar ni dejar a nadie en el camino, porque muchas veces (en las familias que no son las tradicionales) hay dolor, sufrimiento, soledad y abandono, y no podemos hacer como si no existieran o ser indiferentes”. Estos grupos diversos “forman parte de la sociedad y de la Iglesia”.
Pliego Carrasco destacó que la relevancia de la familia “es un hecho social”, pues en todos los países donde se realizó la Encuesta Mundial de Valores sigue siendo la institución que la gente considera “muy importante” (89.4 por ciento), en comparación, por ejemplo, con el trabajo (58.6).
“En México esto es todavía más notable, ya que 97.1 por ciento de los encuestados calificaron a la familia de muy importante, a diferencia de países como Estados Unidos y Brasil, donde lo hicieron 91.1 y 85.3 por ciento, respectivamente.”
Consideró que debería haber “una política federal para promover el desarrollo de la familia como núcleo social, porque no está contemplada como centro de las políticas del Estado mexicano”.