Mancera y Aureoles “deben estar presos, no ser precandidatos”, dice
El infra-mini-partido denominado aún PRD, lanza como precandidatos presidenciales a Miguel Ángel Mancera y a Silvano Aureoles. ¿Cómo estarán sus cuadros para que éstos sean elegidos? El ahora senador Mancera fue el gran líder del cártel inmobiliario que arrasó la capital en el sexenio pasado y a quien no nos cansamos de denunciar públicamente, incluso aquí, en las cartas de La Jornada. No ha habido peor jefe de Gobierno.
Aureoles, mientras, convirtió el antaño bellísimo y habitable Michoacán en un estado donde la criminalidad dominó a sus anchas: autoridades coludidas con los grupos delictivos, despojos de casas y ranchos, apropiación del hampa de las tierras limoneras y aguacateras, aumento de los talamontes, extorsión a las minerías, y de todo tipo... En vez de estar en la cárcel, Mancera y Aureoles, ¡oh paradoja!, son precandidatos a la Presidencia ¿No será una mala broma?
Marco Antonio Campos
Propone auditar la deuda de Pemex
Los gobiernos neoliberales endeudaron a Pemex, lo saquearon y dejaron en crisis, como a todo el país. Según cifras de su portal, su deuda actual es de 105 mil millones de dólares, y en 2022 se pagaron más de 6 mil millones de dólares sólo por intereses. En este año las amortizaciones ascenderán a 10 mil millones de dólares. Esta enorme deuda desangra a Pemex y si el gobierno se hace cargo de la deuda repercutirá en sus finanzas. Los grandes capitalistas financieros están de plácemes de que el gobierno apoye a Pemex para seguir cobrando puntualmente sus préstamos leoninos.
La soberanía energética y en especial el fortalecimiento de Pemex requiere que esta deuda heredada de los gobiernos neoliberales sea auditada por una comisión ciudadana y dictamine si es ilegal.
Asimismo, toda deuda pública debe ser auditada para definir cuál es ilegítima y ser cancelada.
No es posible que la principal empresa del pueblo mexicano tenga un patrimonio negativo a causa de una deuda impagable.
Promotora Nacional por la Suspensión del Pago de la Deuda Pública, Héctor Torres González
El capitalismo elude las contradicciones que genera, opina
En el Foro Económico Mundial, anterior, en Davos, Suiza, la ONG Oxfam reveló “un aumento de la extrema riqueza (con uno por ciento de megarricos) frente a una extrema pobreza (99 por ciento de la población mundial)”. Expuso que 820 millones de personas padecen hambre, entre otras grandes calamidades que degradan al ser humano.
La concentración de la riqueza es resultado, según Oxfam, de que durante décadas se ha favorecido a las grandes empresas con gravámenes de impuestos menores, y el aval de algunos gobiernos les ha permitido acumular grandes fortunas. Agrega esta ONG que gravar las riquezas de manera significativa podría sacar de la pobreza a 2 mil millones de personas.
Pero ni en el pasado ni el presente los multimillonarios estarían dispuestos a equilibrar las ganancias obtenidas para una justa distribución de ésta. No les preocupa en absoluto que haya tanta necesidad y miseria en el mundo.
Lo cierto es que en todo este entramado tienen que ver los grandes bancos de las potencias imperiales (capital financiero), algunos (tres por lo menos) los más poderosos, controlan las fortunas de las grandes empresas físicas y morales a nivel mundial, y aumentan y acumulan así todavía más las millonarias fortunas existentes.
Además el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, entre otros, se llevan una mayor parte de los recursos económicos de los países en desarrollo, debido a las trampas que han significado los préstamos y la usura que trae el endeudamiento externo, lo que establece la desigualdad social en los países. El sistema capitalista no puede resolver las contradicciones que genera.
Luis Langarica A.
Corrige nombre de director de orquesta
En la nota publicada ayer en la sección Cultura, con el encabezado “México Ópera Studio se vale de la música para condenar los feminicidios en México”, cambié por error el nombre del director de orquesta y pianista Alejandro Miyaki, al consignarlo como Ricardo. Ofrezco una disculpa al maestro y a nuestros estimados lectores.