El pago de intereses de la deuda pública alcanzó el año pasado un monto sin precedente de 815 mil 221 millones de pesos, impulsado por el encarecimiento del dinero tanto a nivel nacional como internacional.
El incremento de 10 por ciento en el costo financiero de las obligaciones públicas significó que por cada cinco pesos obtenidos vía recaudación, uno fue a pagar recargos de la deuda que se arrastra, exhiben los informes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al cierre de 2022.
El aumento en la tasa de interés tanto del Banco de México como de otros bancos centrales llevó a que el año pasado se gastaran 23 mil 757 millones de pesos por encima de lo proyectado sólo en solventar recargos por obligaciones. Ese dinero equivale a 80 por ciento del presupuesto inicial de Sembrando Vida para 2022.
En los Criterios Generales de Política Económica 2022, la Secretaría de Hacienda calculó que el costo financiero de la deuda alcanzaría 791 mil 463 millones de pesos. En ese momento, septiembre de 2021, las presiones inflacionarias por el lado de los energéticos comenzaban a ser evidentes, pero se agudizaron con la invasión de Rusia a Ucrania en febrero del año pasado.
Sube costo financiero
Hacienda calculó que la tasa de interés del Banco de México cerraría en alrededor de 5.3 por ciento, la mitad del 10.5 por ciento en que lo hizo; mientras la Reserva Federal de Estados Unidos –país que vio un incremento acelerado de precios por el apoyo fiscal que dio en medio de los cierres por la pandemia de coronavirus– no había iniciado alzas en su política monetaria.
Con la evolución de la inflación y el encarecimiento del crédito, Hacienda terminó por mover el costo financiero a 904 mil 900 millones de pesos para el año pasado y con esa tendencia espera que rebase el billón 79 mil millones de pesos para 2023.
El crecimiento que ha registrado la carga de la deuda –aun cuando México fue de las economías que menos apoyos adicionales dio en los cierres de la actividad económica por no contratar créditos por encima de lo aprobado– llevó a que el año pasado representara 21.4 por ciento de los ingresos tributarios, aquellos que recauda el Servicio de Administración Tributaria.
Hacienda destacó que “derivado de la estrategia de gestión de pasivos y refinanciamiento, el incremento en el costo financiero fue inferior al observado en otros episodios de endurecimiento en las condiciones financieras”. No obstante, reconoció que las tasas implícitas en el pago de intereses de la deuda fueron de 5.97 por ciento, en promedio, más altas; de 6.38 por ciento en deuda interna y 4.37 por ciento en la externa.