Al igual que en los casinos, en las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore) la casa nunca pierde. Tanto los clientes de las casas de juego como los ahorradores pueden perder dinero por malas decisiones o por altos costos, pero los dueños de esos negocios no pierden un peso.
Al cierre de 2022, las 10 Afore que operan en el país administraban casi 72 millones y medio de cuentas con resultados decepcionantes. En dicho año se presentó una minusvalía (pérdida) de 7.6 por ciento de los recursos en términos reales, aun sumando las nuevas aportaciones que realizan los trabajadores cada quincena.
Lo que eso significa es que los asalariados ahora tienen menos recursos que hace un año y, al momento de jubilarse, su dinero no será suficientes para sobrevivir. Se habla de una “pensión digna”, como si el dinero tuviera “dignidad”, al referirse a la jubilación; pero el dinero que recibirán en promedio no alcanzará para satisfacer sus necesidades básicas. Pero hay que aclarar que la dignidad del trabajador no depende de la riqueza que acumule. Perdón por la digresión, pero está mal utilizado el concepto de dignidad.
El problema es que desde que surgió el esquema de las Afore, en junio de 1997, las aportaciones para el retiro han sido insuficientes y, para colmo de males, los costos de las administradoras de los fondos han sido excesivos.
Durante la primera década en que operaron estas administradores (de 1997 a 2008) los dueños realizaban dos cobros: por flujo de efectivo (sobre cuotas pagadas) y por saldo acumulado (sobre la suma de recursos). Bajo este esquema, el trabajador en lugar de obtener rendimientos, le extraían parte de sus recursos a través del cobro de comisiones.
Paulatinamente esos costos se redujeron y en 2008 se eliminó la comisión por flujo de efectivo. Ahora, la comisión sobre saldo que se cobra tiene un tope de 0.57 por ciento. Sin embargo, las compras, traspasos, ventas de instrumentos financieros tienen un costo, lo cual reduce los rendimientos. Además, miles de desempleados tuvieron que hacer retiros por más de 23 mil millones de pesos durante 2022.
En los hechos, el sistema de las Afore ha generado grandes beneficios a las administradoras, pero los trabajadores recibirán una pensión reducida cuando se jubilen.