La deuda pública en México superó los 14 billones de pesos al cierre de 2022, su mayor nivel desde que hay registro, luego de haber crecido en poco menos de un billón de pesos el año pasado y arrastrar consigo el máximo nivel de pago de interés para un periodo similar, 815 mil 221 millones de pesos, reportó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Sin embargo, como porcentaje del producto interno bruto (PIB), el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (Shrfsp) –la medida más amplia de la deuda– se redujo 1.4 puntos porcentuales respecto al cierre de 2021, hasta alcanzar 49.4 por ciento, en línea con la estrategia de reducir la obligaciones por debajo del 50 por ciento, detalló la dependencia.
Al presentar el balance del año pasado, Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, sostuvo que las finanzas públicas se mantienen “sanas y con una deuda menor a la aprobada por el Congreso (...) En ese sentido, el programa económico 2023 inicia en línea con el programa (ratificado por el Legislativo) y no se prevé la necesidad de emprender ningún ajuste fiscal de ninguna naturaleza”.
Con la presentación de los informes de finanzas y deuda públicas al cierre de 2022, Hacienda destacó que hubo un “buen desempeño de los ingresos presupuestarios, que aun después del subsidio al impuesto especial sobre producción y servicios, fueron mayores a lo presupuestado en 1.5 por ciento del PIB”.
El Shrfsp alcanzó el máximo nivel del que hay registro: 14 billones 91 mil millones de pesos, por encima de los 13 billones 104 mil en que cerró 2021. En su interior se registra una menor deuda externa y mayores obligaciones en pesos, ambas se vieron afectadas por el incremento de tasas de interés, que llevaron el costo financiero –los intereses y costos de administración– a 815 mil 221 millones de pesos, un incremento anual de 10 por ciento.
A la vez, con un avance mayor en el gasto del gobierno que en el de los ingresos –los cuales fueron afectados por el subsidio en el IEPS a combustibles–, también el déficit público creció 30 por ciento sólo en términos nominales y con ello el balance primario –la diferencia entre ingresos y gastos sin incluir el costo de la deuda– fue negativo en 0.5 por ciento.
La dependencia consideró que “los ingresos públicos se mantuvieron fuertes. En 2022, sumaron 6 billones 595 mil millones de pesos, ubicándose 422 mil millones de pesos por encima del programa”; y 2.5 por ciento por arriba de lo registrado en 2021, con lo que ligaron dos años de crecimientos consecutivos.
Por el lado del gasto público, con el arranque de la segunda mitad del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, éste incrementó 4.1 por ciento y alcanzó los 7 billones 569 mil millones de pesos (26.5 por ciento del PIB). Sólo el que va a protección social avanzó 8.7 por ciento, y como porcentaje del PIB se ubicó en 5.3 por ciento, la proporción más alta de la que se tiene registro.