Los bancos centrales de América Latina y el Caribe son los que más han encarecido el costo de sus monedas durante los últimos dos años, un promedio de 12.1 puntos porcentuales, casi tres veces más que la media internacional, que ha sido de 4.7, exhibe el Banco de Pagos Internacionales (BIS por su sigla en inglés).
Con excepción de Hungría, República Checa y Polonia, las economías que más han subido su tasa de interés son latinoamericanas, México es la quinta en ese listado, lo que a algunas les ha permitido mantener su valor frente al dólar. Argentina, Hungría, Brasil, Chile, Colombia, Perú, República Checa, Polonia, México y Rumania, en ese orden, son las economías que más incrementos han hecho a su tasa de interés durante los dos pasados años.
En ese tiempo la inflación global comenzó a acelerar, primero por la reapertura de la producción tras los cierres durante el año de la pandemia y las interrupciones en las cadenas de suministro; y de manera más marcada a lo largo de 2022, por el encarecimiento de los alimentos y energéticos, que fue acentua-do por la invasión rusa a Ucrania.
El banco central de Argentina es el que más ha encarecido el costo de dinero, 37 puntos porcentuales para llegar a 75 por ciento, mientras el país lidia con una inflación de 94.8 por ciento, según su registro de diciembre pasado. En América Latina le sigue Brasil, cuya política monetaria ha avanzado 11.75 puntos porcentuales, también entre inicios de 2021 y el cierre de 2022.
En Chile la tasa ha subido 10.75 puntos porcentuales, en Colombia, 10.25; Perú, 7.25 y en México, 6.25, también entre enero de 2021 y diciembre reciente. Este avance de la política monetaria en las economías latinoamericanas ha provocado que también sean las que un mayor brecha respecto al dólar.
Moody’s explicó que los bancos centrales de América Latina –cuyo antecedente es la crisis de deuda de los años 80– han sido más agresivos “para frenar la ola de depreciación e inflación importada”, pues sus economías amplifican el impacto en los tipos de cambio y los mercados de valores que en otras emergentes.
Refirió que dadas las amplias reservas en las economías emergentes más grandes, una crisis en ellas no se espera por el lado de incumplimiento soberano, sino de alzas en las tasas de interés para seguir a los de la Reserva Federal (Fed), que limiten la producción y el empleo.