Cientos de personas abarrotaron ayer la calle Talavera, en el Centro Histórico, para adquirir el ropón o traje para vestir a su Niño Dios, con miras a la celebración del Día de la Candelaria este 2 de febrero.
Desde temprano, dicha vialidad se vio abarrotada por “madrinas y padrinos” en busca del mejor atuendo y precio, con el fin de cumplir con el compromiso contraído el 6 de enero, cuando sacaron el niño de la Rosca de Reyes.
Con su Niño envuelto en una sábana, con una chambrita o encueradito en una canasta, recorrieron los puestos para elegir el mejor atuendo entre el de Niño Doctor de los Enfermos, Ángel de la Guarda, Niño de las Mariposas, San Judas Tadeo o el Niño de las Palomas.
Otros que también tuvieron mucha demanda fueron los niños de Atocha, de la Salud, del Trabajo, de la Virtud, San José, del Ropón, Justo Juez, de la Cosecha y Guadalupano.
El precio del traje variaba entre 100 y 600 pesos, de acuerdo con la talla, que iba de la 4 a la 46, según el tamaño del Niño Dios, del cuello a sus pies, y los aditamentos que requería, aunque había algunos más sofisticados de mil 200 pesos.
Algunos de los compradores aprovecharon también para adquirir una canastilla, una silla o una base para colocar a sus Niño Dios o bien llevarlos a arreglar, como se observó también en mercados públicos, donde algunos puestos ofrecían este servicio.
Los costos de reparación van de 50 a 200 pesos, según “los detalles que tengan y el tamaño del niño, y la mayoría aceptamos porque les tenemos cariño y no queremos remplazarlos”, comentaron Ofelia y Ana María.