Pese a que en las dos décadas pasadas la matrícula universitaria en América Latina y el Caribe se ubicó como la segunda con mayor crecimiento en el mundo –lo que revela el interés de los jóvenes por cursar una carrera universitaria– el acceso a este nivel educativo aún es desigual.
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) destaca en un análisis de los desafíos de la enseñanza superior en la región que por cada 128 mujeres, 100 hombres se matriculan en estos estudios.
Sin embargo, ellas siguen optando por carreras asociadas al papel de cuidadoras, como salud, bienestar y educación, mientras la tasa bruta de matriculación en población indígena y afrodescendientes, apenas supera 40 por ciento.
Entre países también crecen las brechas de acceso a estudios universitarios. Datos del Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe muestran que en las últimas dos décadas “fueron los países de ingresos medios y altos los que más aumentaron sus tasas de participación; los de ingresos bajos a su vez tienen los menores índices de expansión de la educación superior”.
Reconoce que en las oportunidades de instrucción aún inciden la pobreza, crisis y emergencias, altas tasas de matrícula, exámenes de ingreso, movilidad geográfica y discriminación, lo que frena el acceso a la universidad, principalmente de los sectores más vulnerables.
Alerta de que pese a que en muchos países las instituciones públicas tengan mayor participación para impartir estudios superiores, esto no implica necesariamente gratuidad para acceder a ellos.