París. Hollywood se ha vuelto "totalmente disfuncional", estimó el afamado cineasta indioestadunidense M. Night Shyamalan, que regresa a las salas de cine con una película que juega una vez más con los nervios del público.
Conciliar “el arte y el comercio es algo complicado”, declaró el rey de las películas de suspense en una entrevista en París, coincidiendo con la salida de su filme Llaman a la puerta, adaptado de una novela de Paul Tremblay.
En Hollywood hoy en día, “hablando en términos generales, hay películas que son simplemente incestuosas y masturbatorias, que sólo hablan consigo mismas. Hollywood se habla a sí mismo”, afirmó el director de Señales y Tiempo.
“Y también hay películas que dicen que están hechas para el público, y (piensan) que éste es estúpido. Le quitan toda el alma y se limitan a hacer su película por cálculo”, agregó.
“Estos son signos de que nuestra industria es totalmente disfuncional”, apuntó.
Según él, los estudios estadunidenses han cambiado mucho en relación a la época de El sexto sentido, su primer gran éxito, protagonizado por Bruce Willis y estrenado en 1999, el año de Matrix y de The Blair Witch Project (El proyecto de la bruja de Blair), que se volvieron todos “clásicos”.
“La industria era entonces diferente, se trataba de encontrar a los mejores narradores para contar historias a la mayor audiencia, y todos trabajaban con ese objetivo”, dijo.
Un director independiente
Para mantener su libertad, el cineasta explica que la única solución que halló fue “abandonar el sistema”. “Pago yo mismo y hago yo mismo mis películas”, asegura.
En Llaman a la puerta, Shyamalan retoma uno de sus temas favoritos con la historia de una familia aislada en una cabaña en un bosque que ve llegar a cuatro desconocidos, a los que les dicen que el fin del mundo está cerca y que la única manera de evitarlo es sacrificando a uno de ellos.
La película parece hacerse eco de la preocupación contemporánea por las “noticias falsas”, en las que las teorías más descabelladas pueden acabar provocando actos violentos.
Al ser independiente, el cineasta no tiene que pedir permiso para “poner a una pareja gay en el centro de la historia”, como es el caso de esta familia homoparental, o preguntar si es “buena idea contratar a un luchador” profesional como Dave Bautista, que interpreta al líder de los jinetes del Apocalipsis que amenazan a la familia.
La clave está en saber hablar al público, afirma M. Night Shyamalan, que explica que ésta es su “forma de mantenerse sano en esta industria enferma”.