En México, se venden mediante redes sociales 48 marcas de cigarros electrónicos con mensajes atractivos para los jóvenes, pues destacan colores y diseño del dispositivo, sabores y facilidad de uso. No se promueven como ayuda para dejar de fumar ni incluyen etiquetas de advertencia sobre la edad que deben tener los consumidores, reveló un estudio de la organización Vital Strategies de Estados Unidos.
La investigación tomó en cuenta que más de 88 millones de personas en el país cuentan con acceso a Internet, un tercio tienen entre 12 y 24 años de edad y, del total de usuarios, 78 por ciento frecuentan las redes sociales en promedio 3 horas al día.
Sobre la publicidad de cigarros electrónicos, prohibidos desde el 15 de enero de 2023, la asociación encontró que el año pasado 93 por ciento de los negocios difundían mensajes directos, hacían promoción de los productos con imágenes claras y la marca comercial; sólo 4 por ciento de los casos promocionaban a las empresas y 2 por ciento ofrecían descuentos vinculados a días festivos.
Del total de mensajes analizados, 73 por ciento resaltaban las características (colores y diseño) de dispositivos, y de estos, la mayoría ofreció una descripción general sin mencionar características o sabores del líquido. En 18 por ciento de los casos se destacaba los sabores.
Una proporción menor (14 por ciento) de los anuncios de productos se enfocaron en las especificaciones técnicas, como la facilidad de uso, la duración de la batería, la cantidad estimada de inhalaciones, entre otros.
Únicamente 8 por ciento de las marcas mencionaron que los cigarros electrónicos ayudan a dejar de fumar. También destaca que casi la mitad incluyó la etiqueta “#elvapeosalvavidas”.
De acuerdo con la ley, está prohibida la venta de cigarros y los sistemas electrónicos de administración de nicotina (dispositivos electrónicos) a personas menores de 18 años. Sin embargo, en la publicidad de los productos, revisada por la asociación estadunidense, se identificó que algunas publicaciones no tenían etiquetas de advertencia etaria; otras decían que los productos eran para individuos de 18 años mayores o “sólo para adultos”.