Moscú. En lo que puede calificarse de la mayor reorganización del equipo gobernante en Ucrania desde que comenzó la guerra, hace once meses cumplidos este martes, el presidente Volodymir Zelensky destituyó a siete miembros del gabinete y cinco responsables regionales, la mayoría relacionados por la prensa con escándalos de corrupción y algunos, por motivos no aclarados.
De este modo, comenzó la “semana de decisiones” prometida el lunes por la noche por Zelensky, cuando su gobierno quedó bajo sospecha por investigaciones periodísticas como la que reveló que el viceministro de Infraestructuras, Vasyl Lozynsky, había recibido 400 mil dólares de soborno por facilitar un contrato público de suministro de generadores de electricidad, que sirvió de fundamento para su detención, el sábado anterior, por la Oficina Nacional Anticorrupción.
Otros dos viceministros de Infraestructuras, Vyacheslav Negoda e Ivan Lukeria, dimitieron este martes, sin precisar los motivos. Otro viceministro, esta vez de Política Social, Vitaly Mysychenko, también perdió el cargo sin que se hicieran públicos los motivos.
En cambio, el viceministro de Defensa, Vyacheslav Shapovalov, a cargo de la logística de la retaguardia, también renunció después de que el medio ucranio ZN, tras analizar un contrato firmado por él en diciembre anterior, lo acusó de pagar un injustificado sobreprecio a los proveedores de comestibles para los soldados.
Shapovalov, quien rechazó las acusaciones “por infundadas”, dijo que pidió ser apartado del cargo para “garantizar una investigación imparcial” y contribuir a preservar la confianza de los socios internacionales del país. Recibió el respaldo de su jefe, Oleksy Reznikov, quien como titular de la cartera de Defensa calificó la publicación de “ataque informativo a base de falsedades”, en un momento especial delicado en el que Ucrania espera recibir una nueva entrega de ayuda militar.
Otro caso que provocó la indignación de Zelensky y acabó con la carrera política del fiscal general adjunto, Oleksy Symonenko, se debió a su falta de sensibilidad por irse de vacaciones diez días a Marbella, España, a pesar de la prohibición presidencial de abandonar el país.
Symonenko celebró el Año Nuevo en la Costa del Sol, de lo cual dejó constancia con la publicación de numerosas fotos en Instagram, donde se le puede ver disfrutar de la buena vida en compañía de su esposa en un lujoso automóvil, que el diario Ukrainskya Pravda asegura pertenece al multimillonario ucranio Grigori Kozlovsky.
Pavlo Jalimon, coordinador adjunto de la bancada de “Servidor del Pueblo”, el partido de Zelensky, recibió este martes su fulminante cese tras otra investigación de prensa que reveló que este parlamentario adquirió en junio anterior una vivienda de lujo en Kiev que nunca hubiera podido comprar con su salario.
No es claro a qué se debió la dimisión del director adjunto de la Oficina de la Presidencia, Kyrilo Tymoshenko, quien se encargaba de coordinar el funcionamiento de los máximos organismos de gobierno en las regiones en tiempos de guerra.
En diciembre anterior aparecieron críticas en la prensa ucrania contra Tymoshenko por usar uno de los vehículos Chevrolet Tahoe que la compañía General Motors concedió a Ucrania como ayuda humanitaria para evacuar de la zona de combates a la población civil, también se cuestionó que siguiera metido en el negocio de los medios de comunicación.
Quizás Tymoshenko se sintió obligado a renunciar después de que Zelensky destituyó este martes a cinco de los responsables regionales, incluidos tres en zona de combates como son Jersón, Zaporiyia y Dnepropetrovsk, bajo sospecha de uso indebido de recursos destinados a la construcción y/o robo de ayuda humanitaria. El de Sumy, además, por autorizar a subordinados para viajar fuera del país.
La prensa ucrania especula que el último también cesado, Oleksy Kuleba, que era responsable en la región de Kiev, podría ocupar el sitio de Tymoshenko en la Oficina de la Presidencia.
Con estas remociones y el nombramiento de Oleksy Soboliev como viceministro de Economía, Zelensky –quien llegó a la presidencia en 2019 con la promesa de acabar con la corrupción en Ucrania– quiso reafirmar su tesis de que “sin justicia no será posible lograr la unidad que tanto necesita Ucrania en tiempos de guerra”, prometió que todos los casos serán investigados a fondo y dijo que “no tolerará ningún abuso” en las dependencias de su gobierno.